Una nueva actualización oficial sobre la situación epidemiológica en Cuba ha generado preocupación y críticas entre la población, luego de que el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) confirmara tres fallecimientos adicionales asociados al dengue y al chikungunya. La información fue dada a conocer en Canal Caribe por la doctora Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, y posteriormente difundida por el periodista Rolando Nápoles en sus redes sociales.

Según Peña García, uno de los nuevos fallecidos correspondió a un caso de dengue, mientras que los otros dos fueron consecuencia del chikungunya, una enfermedad que ha tenido un incremento notable en la isla en las últimas semanas.

Con estos casos, el país acumula oficialmente 47 muertes relacionadas con estas enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti.

La viceministra reconoció además que la mayoría de los fallecidos son menores de 18 años, dato que ha generado consternación entre los cubanos. Sin embargo, como ha ocurrido repetidamente en los reportes oficiales, no se especificaron las edades exactas, los lugares donde ocurrieron los decesos ni las condiciones clínicas asociadas. Esta falta de información precisa ha provocado numerosas críticas en redes sociales, especialmente porque se trata de un grupo etario altamente vulnerable.

Rolando Nápoles destacó en su publicación que esta práctica de informar sin detalles se ha convertido en un patrón dentro de la comunicación estatal en torno al brote de arbovirosis que afecta al país.

Muchos ciudadanos señalan que no brindar datos concretos limita la comprensión real del panorama epidemiológico y reduce la confianza pública en las instituciones sanitarias.

Mientras tanto, en varios territorios continúan reportándose centros de salud colapsados, demoras en diagnósticos, falta de reactivos y una presencia creciente del mosquito transmisor, en medio de continuos apagones y problemas con el abasto de agua, factores que agravan la propagación.

Con estos nuevos fallecimientos, el llamado a la transparencia, la prevención y la acción efectiva por parte de las autoridades sanitarias vuelve a tomar fuerza entre la ciudadanía, que exige claridad ante un escenario epidemiológico cada vez más preocupante.

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