“Cuba necesita una transición pacífica; el régimen debe irse” Padre Alberto Reyes
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 17 de abril de 2025

Padre Alberto Reyes: ¡Una voz que grita en el desierto!
El padre camagüeyano Alberto Reyes Pías no cesa en su denuncia diaria hacia el desgobierno cubano.
"Vivo en un país donde el miedo es ley no escrita, pero ley al fin. Un país donde la verdad se susurra, donde el dolor se normaliza, donde los sueños se postergan hasta el olvido. Vivo en Cuba, y a pesar de todo, aquí me quedo.
"No porque no haya tenido oportunidades para irme, sino porque amo este pueblo, porque siento que alguien tiene que quedarse, escuchar, acompañar y decir en voz alta lo que muchos solo se atreven a pensar en silencio.
"Este régimen, que prometió justicia y libertad, solo ha sembrado ruinas, represión e impotencia. En más de 60 años de poder absoluto, no ha logrado construir un país donde valga la pena quedarse. No ha generado prosperidad, ni paz, ni futuro. Solo ha perfeccionado los mecanismos del miedo y la mentira. Por eso hoy digo con claridad: esto fracasó. Y lo más honesto que podrían hacer es irse, cerrar este ciclo, y permitir una transición pacífica.
"El miedo en Cuba es real. Lo vivimos todos, incluso dentro de la Iglesia. No se trata de no tener miedo, sino de actuar a pesar del miedo. Esa es la libertad verdadera. Porque cuando anclamos nuestra vida en Cristo, cuando entendemos que Dios camina con nosotros, el miedo no desaparece, pero ya no paraliza. Podemos alzar la voz, podemos resistir con dignidad, podemos decir: basta.
"He crecido escuchando que el sacerdote debe predicar con el Evangelio en una mano y la realidad del pueblo en la otra. No puedo fingir que no sé lo que está pasando. No puedo mirar hacia otro lado cuando veo a nuestros ancianos buscando comida en los basureros, cuando veo a nuestras familias rotas por la emigración, cuando veo a nuestros jóvenes sin futuro ni esperanza. ¡Esa no es la Cuba que soñamos!
"Sé que todo tiene un precio. Hablar tiene un precio. Callar también lo tiene, y suele ser aún más alto: el precio de traicionar la conciencia. Yo he elegido ser fiel a lo que creo, aunque eso traiga consecuencias. Y sí... ¡temo un estallido violento! Temo que la desesperación de este pueblo, empujado a un callejón sin salida, termine en sangre. Pero sigo creyendo, deseando, suplicando por una transición pacífica. Aún hay tiempo.
"No soy un héroe. Soy una gota en el océano, una voz en el desierto. Pero seguiré hablando mientras tenga voz. Porque este pueblo lo merece. Porque hay esperanza. Porque mientras haya un solo cubano que sueñe con libertad, hay razones para quedarse, para luchar, para creer"