Jorge Javier Rodríguez Cabrera, exfuncionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) y cercano colaborador del nieto de Raúl Castro, se encuentra bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Nevada, a la espera de una posible deportación.

Su caso ha desatado polémica en la comunidad exiliada cubana y entre activistas que denuncian cómo operadores del régimen castrista han logrado establecer redes económicas desde suelo estadounidense.

Rodríguez Cabrera, conocido por su cercanía a Raúl Guillermo Rodríguez Castro —alias “El Cangrejo”—, no era un migrante común. Su historial como parte del cuerpo diplomático cubano, su papel en el correo oficial del MINREX, y sus viajes acompañando al propio “Cangrejo” a Estados Unidos, evidencian un perfil privilegiado y estrechamente vinculado al núcleo del poder en La Habana.

En 2022, cruzó la frontera sur con su familia y pidió asilo político. Sin embargo, lejos de mantener un bajo perfil, pronto fundó en Las Vegas la empresa Gran Azul LLC, un negocio de logística y envíos a Cuba con alcance en varias ciudades de EE.UU. Según registros oficiales del estado de Nevada, Rodríguez aparece como gerente de la compañía, mientras que Marcel Blanco Fernández figura como “miembro”.

Las redes sociales de la empresa lo mostraban ofreciendo servicios de envíos puerta a puerta, paquetes turísticos, alimentos y hasta autos destinados a la isla.

En 2023, el canal América Tevé difundió imágenes de Rodríguez Cabrera navegando en un yate junto a “El Cangrejo”, lo que reavivó las sospechas sobre su verdadera misión en Estados Unidos.

Influencers como Alexander Otaola han sido contundentes al calificarlo como “testaferro del castrismo” y pieza clave de una estrategia del régimen para infiltrar redes económicas bajo fachada de exilio.

El proceso que enfrenta actualmente podría concluir con su deportación, aunque aún tiene derecho a presentar apelaciones legales.

Fuentes cercanas a ICE han informado que ha sido puesto en proceso de deportación expedita, lo que sugiere que las autoridades consideran que no cumple con los criterios de un asilo legítimo.

Activistas y miembros del exilio cubano han pedido al gobierno de EE.UU. que investigue con mayor rigor casos como el de Rodríguez Cabrera, señalando que su presencia en el país representa no solo un fraude migratorio, sino una amenaza moral y política para quienes realmente huyen del régimen cubano.

Por ahora, el destino de Jorge Javier Rodríguez Cabrera pende de una apelación.

Pero todo indica que la fachada de empresario migrante ha caído, revelando el verdadero rostro de un operador de la élite castrista en territorio estadounidense.

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