Cuba entrega sus tierras a Rusia para producir arroz ante su incapacidad agrícola
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 11 de diciembre de 2025
El Gobierno cubano vuelve a recurrir a alianzas extranjeras para intentar reactivar la producción arrocera, una de las más deterioradas del país, según reveló el periódico oficialista Escambray. La reciente firma de un contrato de “asociación económica internacional” entre el Consorcio Ruso del Arroz y la empresa estatal Agroind S.A. confirma que, ante la incapacidad del régimen para garantizar insumos y hac

er producir sus propias tierras, la solución vuelve a ser entregar amplias zonas agrícolas a manos foráneas.
De acuerdo con Escambray, las primeras acciones ya se desarrollan en la Empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, en Sancti Spíritus, donde se ejecutan labores de preparación de suelos para iniciar la siembra a finales de este mes. El director de la empresa, Osmel Otero Rodríguez, declaró que la cooperación rusa incluye el aporte de insumos esenciales —uno de los mayores déficits de la agricultura cubana— mientras Cuba ofrece la tierra, el agua, la fuerza laboral, la infraestructura y el conocimiento acumulado.
El proyecto arranca en la Unidad Básica de Producción Cooperativa Las Nuevas, una de las áreas con experiencia previa en la siembra de arroz. Según Otero Rodríguez, el objetivo es duplicar los rendimientos actuales y alcanzar alrededor de seis toneladas por hectárea, algo que hasta ahora no ha sido posible debido a la falta de paquetes tecnológicos básicos y otras limitaciones que arrastra el sector desde hace décadas.
La siembra fuera de temporada que se está cosechando en estos días —presentada por los medios estatales como un gesto de “voluntad rusa”— evidencia el nivel de dependencia de la agricultura cubana, que hoy no puede sostener ni siquiera la producción de un alimento esencial como el arroz sin el respaldo de otros países.
No es la primera vez que el Estado cubano entrega tierras estratégicas a gobiernos aliados para que las exploten en su lugar. En Pinar del Río, un proyecto similar se desarrolla con especialistas vietnamitas, un programa que ya fue presentado como salvación en múltiples ocasiones, pero que no ha logrado revertir el desplome productivo. Vietnam también tiene operaciones en la propia Sancti Spíritus, lo que muestra que la política agrícola del régimen depende cada vez más de la intervención extranjera para cubrir necesidades básicas.
El Gobierno insiste en que estas alianzas permitirán avanzar hacia la “soberanía alimentaria”, reducir importaciones y aumentar la oferta para el consumo social en el mercado interno. Sin embargo, el contraste entre los discursos oficiales y la realidad es evidente: la producción nacional sigue estancada, la sequía afecta los embalses como la presa Zaza —principal fuente de agua para los cultivos espirituanos—, y el país continúa destinando millones a la importación de arroz cada año.