Cuba entra en su tercera jornada más oscura: la crisis eléctrica se profundiza con un déficit de 1,870 MW
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 27 de junio de 2025

Cuba vive una nueva jornada crítica en su ya prolongada crisis energética. La Unión Eléctrica (UNE) anunció un déficit estimado de 1,870 megavatios (MW) para este viernes 27 de junio, durante el horario pico, una cifra que representa más del 50% de la demanda nacional y se convierte en el tercer mayor déficit de los últimos años.
La catástrofe energética se refleja en apagones de hasta 24 horas consecutivas en distintas regiones del país, afectando profundamente la cotidianidad de millones de cubanos.
Desde las 7:00 a.m., el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) contaba apenas con 1,390 MW disponibles frente a una demanda que ya rozaba los 2,800 MW, lo que generó una afectación real de 1,440 MW.
Para esta noche, el pronóstico es aún más alarmante: se espera que la demanda alcance los 3,570 MW, con solo 1,700 MW generados. A pesar de la incorporación de varias fuentes menores durante el día —como las unidades de Energás Varadero, Mariel, Nuevitas y Moa—, la brecha sigue siendo insalvable.
"Cinco unidades termoeléctricas están averiadas y otras tres están en mantenimiento, lo que ha dejado al país prácticamente paralizado. Además, la crónica escasez de combustible ha sacado de operación a 98 centrales de generación distribuida, acumulando otros 719 MW fuera del sistema. Se trata de un panorama técnico y logístico devastador que hunde al país en la incertidumbre energética" explican los especislistas.
En La Habana, los apagones están programados y rotan por bloques horarios que cubren prácticamente toda la jornada, desde las 10:00 a.m. hasta medianoche. Aunque se han incorporado 18 nuevos parques solares, su aporte sigue siendo limitado: el jueves apenas alcanzaron una potencia máxima de 287 MW. La dependencia de una matriz fósil obsoleta, sin inversiones estratégicas sostenidas, agrava el colapso.
Más allá de las cifras, el impacto humano es devastador: cocinar, conservar alimentos, atender a enfermos o simplemente dormir resulta imposible bajo el peso del calor insoportable y la falta de electricidad. Sin un plan creíble y transparente, el gobierno sigue sin ofrecer una salida real a esta emergencia nacional.
Mientras el país se aproxima al récord de apagones más prolongados y severos en su historia reciente, la población queda atrapada entre promesas oficiales incumplidas y una red energética que se desmorona día tras día.