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Cuba en la sombra: la Nochebuena que el apagón convirtió en tristeza

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 24 de diciembre de 2025

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Mientras gran parte del mundo, esté en el hemisferio que esté, celebra o se prepara para celebrar la Navidad entre luces, adornos y abrazos familiares; en Cuba la realidad vuelve a ser una escena oscura y dolorosamente repetida. Este 24 de diciembre, miles de cubanos se enfrentaron a otra jornada marcada por apagones interminables y un déficit energético que la Unión Eléctrica estimó en casi 2000 MW, confirmando lo que ya muchos sabían: la Nochebuena, para el cubano de a pie, no sería una noche de celebración, sino un recordatorio de la crisis que no da tregua.

Las respuestas de la población a las comunicaciones oficiales fueron un estallido de frustración contenida. “Aquí ya nadie tiene cabeza para festejos”, expresaron muchos. “El cerebro está exhausto de tanta resistencia forzada para sobrevivir cada día”. En un país donde incluso lo más básico se ha vuelto un desafío, la electricidad —ese elemento mínimo para cocinar, ver, trabajar o simplemente descansar— se convierte en lujo.

Varias personas comentaron con amargura que, mientras en otros tiempos diciembre era sinónimo de alegría, hoy solo queda oscuridad. “Nos regalan una Nochebuena negra, sin luces, sin árbol y sin esperanza”, lamentó un vecino de La Habana, resumiendo el sentimiento colectivo. Otro cubano recordó que hace más de seis décadas que la Navidad dejó de ser una tradición plena, pero este año, sin energía eléctrica ni comida suficiente, “la ilusión ya no solo se ha perdido, se ha desvanecido”.

Las familias describen esta fecha como una de las más duras de su historia. Niños que deberían estar esperando regalos o dulces, están en cambio obligados a madurar antes de tiempo, rodeados de carencias y preocupaciones que no les corresponden. Cocinar lo poco que se consigue es una odisea cuando no hay ni gas ni corriente.

Muchos también señalaron la desigualdad insultante: “Mientras la mayoría queda a oscuras, otros sí celebrarán con todas las comodidades”. Una frase que se repite entre la gente resume la impotencia general: “No importamos, no significamos nada para quienes tienen el poder”.

A pesar del panorama, el espíritu de solidaridad entre cubanos persiste. “Será una noche oscura, no una Nochebuena”, escribió una mujer, “pero aun así deseo que cada familia encuentre un poco de fuerza y que llegue un momento mejor”.

Una Navidad sin luces, sin comida, sin festejo… pero también sin renunciar del todo a la esperanza.

Del perfil de Alberto Arego


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