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Cuba: el país de los grandes contrastes

Redacción de CubitaNOW ~ jueves 2 de enero de 2025

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Mientras muchos no podía celebrar el arribo del nuevo año, otros "arañaban" las disminuidas economías de cada miembro de la familia para "celebrar" el 31 de diciembre, la cúpula dictatorial degustaba platos de lujo en lugares disímiles, pero siempre con la mesa llena. Esto no es noticia y se sabía de antemano. A esto se suma lo acaecido en los hoteles que en Cuba recibieron el 2025 mostrando más que una bonanza, un ambiente que contrasta diametralmente con la crisis que vive el cubano de a pie.

El lujo, la abundancia de comida y las fiestas por un lado, la carencia de muchos trabajadores no tuvieron un trozo de carne que llevar a sus mesas para compartir en familia, por el otro: esa fue la penosa realidad. Ejemplos sobran: el Grand Sirenis Cayo Santa María y el Hotel Playa Cayo Santa María Beach Resort & SPA, exhibieron en redes sociales imágenes de opulentas fiestas de fin de año con abundante comida y bebidas, cara opuesta de la escasez, los apagones y las dificultades económicas de un pueblo humillado y olvidado.

Las publicaciones en redes sociales mostraron mesas repletas de mariscos, carnes y dulces, con una atmósfera festiva. Las zonas de lujo destinadas al turismo internacional brillaron en celebraciones que parecen ajenas a la grave crisis que golpea al resto del país: en Santiago de Cuba, por ejemplo, decenas de jubilados se vieron obligados a hacer largas filas en bancos y oficinas de correos para cobrar sus pensiones, enfrentando desorganización y condiciones adversas; todo esto como "regalo" de fin de año, situación que sólo refleja el día a día de una población agobiada por la inflación y la escasez de recursos.

La madrugada del primero de enero de 2025 en La Habana pintó una escena desoladora: calles vacías en El Vedado, dejaron un contraste con la vibrante vida nocturna que solía caracterizar estas fechas.

Las redes sociales también reflejaron el descontento de muchas familias que, incapaces de celebrar, permanecieron encerradas en sus hogares por falta de recursos. en medio de esto, una prensa sometida al mandato gubernamental, tuvo que reconocer la gravedad de la situación y admitió en una publicación reciente que "celebrar con carne de cerdo, arroz moro y yuca, una tradición por décadas, se ha vuelto un lujo inalcanzable".

Esta realidad se suma al impacto de medidas gubernamentales como la eliminación gradual de subsidios a la canasta básica, que ha profundizado el sufrimiento de los más vulnerables. Productos cárnicos como el lomo de cerdo ahumado alcanzaron este fin de año precios de hasta 1,100 pesos por libra, mientras la pierna de cerdo deshuesada importada se cotizó en 1,000 pesos por libra.

Alternativas consideradas más accesibles como el picadillo de pollo, se vendieron a precios que rondaron los 310 pesos por libra, inalcanzables para gran parte de la población. Con este panorama, las fiestas de fin de año no solo reabrieron las heridas de la crisis económica, sino también las de la división familiar provocada por la migración. Para los cubanos, comenzar el año con esperanza se ha vuelto un desafío titánico.

Calles desoladas, puertas cerradas, apagones en muchos lugares de la Isla dieron la verdadera bienvenida a un años 2025 que dio inicio marcado por una desigualdad social jamás soñada ¡pobre Cuba! ¿Hasta cuándo?


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