El mercado informal de divisas en Cuba sigue marcando la pauta del valor real de las monedas extranjeras frente al peso cubano, en un escenario económico cada vez más volátil y marcado por la escasez, el éxodo y la dolarización parcial de la economía.

Este 3 de septiembre de 2025, el dólar estadounidense se cotiza en el mercado negro a 410 pesos cubanos, sin variaciones con respecto al día anterior.

El euro se mantiene en 460 CUP, lo que confirma la fuerte demanda de monedas extranjeras frente a un peso que sigue perdiendo valor. Aunque desde 2024 el Gobierno cubano ha abierto espacios oficiales para el uso del dólar —primero en la venta de gasolina y luego en mercados seleccionados— la mayoría de los ciudadanos sigue recurriendo al mercado informal para obtener divisas, debido a que el tipo de cambio allí es mucho más favorable que el oficial.

A esto se suma que el MLC, la moneda virtual vinculada a cuentas bancarias en divisa, sigue operando con una equivalencia de 190 CUP por unidad, mientras que en dólares equivale hoy a 0.46 USD y en euros a 0.41 EUR. El euro, que durante años se convirtió en la moneda preferida para depósitos tras la suspensión temporal del dólar en 2021, continúa siendo clave para operaciones informales y envío de remesas, aunque no se acepte directamente en establecimientos.

Hoy, 1 euro equivale a 1.12 dólares en el mercado informal, mientras que 1 dólar equivale a 0.89 euros.

La tasa de cambio muestra que 100 dólares representan 41 000 CUP, mientras que 100 euros se cambian por 46 000 CUP, cifras impensables hace apenas unos años.

El mercado informal, monitoreado por plataformas independientes como elTOQUE, se ha convertido en el principal termómetro económico del país, reflejando las dinámicas reales de oferta y demanda y no las cifras oficiales fijadas por el Banco Central.

Estas tasas son referencias útiles pero no definitivas, ya que pueden variar hora a hora según el flujo de remesas, el uso de aplicaciones como Zelle o CLA, y el acceso limitado a divisas en la Isla. La crisis económica cubana, marcada por una inflación galopante y la falta de confianza en la moneda nacional, parece no tener freno a corto plazo.

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