La selección nacional de fútbol femenino dejó escapar dos puntos vitales en su debut como local en las eliminatorias mundialistas de Concacaf rumbo a Brasil 2027, al empatar 2-2 ante San Cristóbal y Nieves en el estadio Antonio Maceo de Santiago de Cuba. El resultado, si bien evita una derrota temprana, deja un sabor amargo para un equipo obligado a sumar fuerte en casa dentro del exigente grupo E.

Las alarmas se encendieron rápido en el reparto Sueño, cuando las visitantes aprovecharon un desajuste defensivo para adelantarse en el marcador apenas al minuto 15. El golpe dejó descolocadas a las dirigidas por el cuerpo técnico cubano, que no lograron reaccionar con claridad durante el resto de la primera mitad.

Tras el descanso, Cuba mostró una cara distinta. La delantera Cecil Aldana, una de las referencias ofensivas del plantel, firmó un doblete que llenó de esperanza a la afición santiaguera y parecía encaminar a la selección hacia un triunfo imprescindible en sus aspiraciones. Sin embargo, cuando mejor jugaban las locales, un desafortunado autogol de la defensora Sheila Wanton volvió a equilibrar la pizarra y dejó helado al público.

El empate final refleja un desempeño discreto para un conjunto cubano que arrancó estas eliminatorias con el pie izquierdo y que deberá ahora remar a contracorriente. Su cierre de grupo será aún más desafiante: jugarán como visitantes y frente al gran favorito a quedarse con el único boleto disponible para la siguiente fase, Panamá, lo que aumenta la urgencia de corregir errores y recuperar puntos cuanto antes.

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