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¡Cuba colapsa en la oscuridad!. Déficit eléctrico se dispara sin plan ni soluciones

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 14 de junio de 2025

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Cuba atraviesa una de las peores crisis energéticas de los últimos años. Este sábado, la Isla experimenta un déficit eléctrico de casi 1600 MW, resultado de una combinación letal: termoeléctricas averiadas, mantenimientos mal programados y una escasez crítica de combustible.

La población, atrapada en apagones que superan las 20 horas diarias, sobrevive entre altas temperaturas, alimentos descompuestos y un Estado que no presenta salidas reales.

El parte oficial de la Unión Eléctrica (UNE) indica que a las 11:20 p.m. del viernes el déficit alcanzó los 1757 MW, un pico crítico que dejó a millones de cubanos sin energía durante la noche.

Este sábado por la mañana persistía una afectación de 1148 MW, con un estimado de subida a 1200 MW. La caída de unidades en la Central Termoeléctrica (CTE) de Mariel y la no entrada de otras previstas agravó la situación, demostrando la fragilidad del sistema.

La columna vertebral del sistema eléctrico —las CTE— se encuentra quebrada. Dos unidades de Mariel y una en Felton están fuera de servicio, mientras otras cuatro reciben mantenimiento en Santa Cruz, Cienfuegos, Diez de Octubre y Renté. Además, hay una limitación térmica de 389 MW que empuja al sistema al borde del colapso.

El combustible, clave en la generación distribuida, brilla por su ausencia. Cincuenta centrales se encuentran paralizadas por falta de diésel, fuel y aceite, lo que representa 542 MW fuera de servicio. Solo la central de Moa ha perdido 119 MW, mientras otras plantas siguen detenidas por no tener lubricantes.

A esto se suma el rendimiento limitado de los 16 nuevos parques solares, que apenas aportaron 1528 MWh en 24 horas, sin capacidad de sostener el sistema durante la noche. El pico nocturno de consumo deja a millones nuevamente a oscuras: para esta noche se espera una demanda de 3450 MW frente a una disponibilidad de solo 1930 MW.

La respuesta del gobierno ha sido el silencio. No hay un plan de emergencia, no hay inversión visible y la única narrativa oficial continúa culpando al embargo estadounidense, mientras se evaden las fallas internas de gestión, corrupción y desidia.

En este contexto de colapso estructural, el cubano común sobrevive entre apagones, inflación y escasez. Cuba sigue sumida en una noche sin fin, sin soluciones a la vista y con una dirigencia que permanece, en todos los sentidos... ¡ausente!





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