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Cuba ante una noche interminable de crisis y resistencia - Cesáreo Navas

Redacción de CubitaNOW ~ martes 9 de diciembre de 2025

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Cuba atraviesa uno de los momentos más difíciles de las últimas décadas, marcado por un deterioro profundo en los servicios y un desgaste emocional que golpea a millones de familias. Los apagones prolongados se han vuelto parte del día a día y, con ellos, un cansancio colectivo que crece sin freno. La población pasa noches enteras sin descanso, entre el calor, los mosquitos y la incertidumbre que genera vivir sin estabilidad energética.

En muchos territorios el déficit eléctrico supera los dos mil megawatts, lo que provoca cortes continuos y horarios impredecibles. Los niños lloran por el calor, los ancianos se debilitan y los enfermos padecen aún más al no disponer de ventilación, medicamentos o alimentos adecuados. La llamada resistencia creativa se ha transformado en una carga insoportable para quienes sienten que cargan solos con el peso de una crisis interminable.

Mientras tanto, desde las instituciones se continúa priorizando actividades oficiales, eventos, actos políticos y celebraciones que consumen recursos valiosos. La ciudadanía se pregunta por qué esos esfuerzos no se destinan a combatir los basureros que crecen en cada barrio, a mejorar la higiene pública o a ejecutar una fumigación efectiva que pueda frenar el avance de virus y enfermedades. Las calles reflejan una situación sanitaria alarmante, con vecinos que enferman repetidamente y hospitales que no cuentan con suministros básicos.

Las autoridades anuncian que el próximo año traerá mejoras en la energía y que hacia el 2035 el país alcanzará una estabilidad eléctrica duradera.

Recapaciten en este dato: ¡hasta 2035 habría que esperar para tener la necesaria luz!

Sin palabras. La vida cotidiana muestra una realidad mucho más cruda, marcada por la escasez, la frustración acumulada y la sensación de que el presente se vuelve cada vez más incierto. Muchas personas ya no creen en promesas que no encuentran respaldo en los hechos.

Cada nueva jornada sin electricidad aumenta la tensión en los barrios. Se observan más patrullas recorriendo las calles, reflejo del ambiente tenso que se respira en la sociedad. Los cubanos tratan de mantenerse firmes, pero el agotamiento es evidente. La oscuridad no solo afecta los hogares, también afecta el ánimo y las esperanzas de un pueblo que ha pasado demasiado tiempo en crisis.

Hoy la Isla sobrevive entre cortes eléctricos, basura sin recoger, falta de higiene y enfermedades que avanzan sin control. Cuba necesita más que promesas, necesita acciones reales que devuelvan la luz a un país que lleva años apagándose poco a poco.

Del perfil de Cesáreo Navas


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