Descarga gratis nuestra App

Cuba admite mayor vulnerabilidad ante el chikungunya en bebés y embarazadas

Redacción de CubitaNOW ~ martes 18 de noviembre de 2025

Article feature image

Las autoridades sanitarias cubanas lanzaron este lunes una alerta crucial: los niños menores de tres meses y las mujeres embarazadas son los grupos más vulnerables ante el chikungunya, una enfermedad viral que continúa propagándose sin freno por toda la isla.

Durante una conferencia de prensa transmitida por la Televisión Cubana, especialistas del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) advirtieron que estos grupos requieren vigilancia médica reforzada debido a la posibilidad de complicaciones graves.

La doctora Yamirka Montesinos, jefa del Grupo Nacional de Medicina Intensiva y Emergencia Pediátrica, explicó que en los lactantes más pequeños la enfermedad puede manifestarse con mayor severidad. “Es una enfermedad muy sintomática que comienza con fiebre súbita y persistente de 48 a 72 horas, difícil de controlar con las medidas antitérmicas habituales”, señaló. Su recomendación fue tajante: acudir al médico desde el primer síntoma para recibir orientación sobre medicamentos y dosis adecuadas.

En el caso de las embarazadas, la doctora Dayana Couto, presidenta de la Sociedad Cubana de Ginecología y Obstetricia, insistió en no demorar la atención médica ante cualquier cuadro febril. Aseguró que todas las salas de maternidad están organizadas para su vigilancia inmediata.

Tras las advertencias técnicas, la viceministra de Salud, Carilda Peña García, reconoció que la situación epidemiológica del país es “compleja”, con casos sospechosos y confirmados de chikungunya y dengue en todas las provincias. Indicó que el mayor riesgo se concentra actualmente en Matanzas, Cienfuegos, La Habana, Pinar del Río y Guantánamo, y que los índices más altos de infestación del mosquito Aedes aegypti se registran en Sancti Spíritus, Camagüey, Santiago de Cuba, La Habana y Villa Clara.

Las autoridades repitieron el llamado habitual a la prevención doméstica y la consulta médica temprana, pero lo que ocurre fuera de cámara cuenta otra historia.

En varias provincias, el brote ha dejado niños fallecidos, hospitales abarrotados y personal desbordado. La falta de medicamentos, mosquiteros, reactivos y recursos básicos impide ofrecer una atención adecuada. Familias enteras se encuentran enfermas y denuncian que los centros sanitarios no tienen capacidad para recibir a todos los pacientes.

En Guantánamo, la situación es tan crítica que se habilitaron albergues para niños ante el incremento de casos febriles, una medida que revela la incapacidad del sistema para absorber el aumento de contagios. Pese a ello, las autoridades provinciales continúan asegurando que “todo está bajo control”.

Pero cada testimonio desmiente ese discurso. En comunidades vulnerables hay ausencia total de fumigación, acumulación de basura, largas demoras para acceder a un médico y un evidente desabastecimiento en policlínicos y hospitales.

La crisis ha llegado al punto en que el gobierno se ha visto obligado a improvisar hospitales infantiles para descongestionar los centros pediátricos colapsados. Estos espacios carecen de equipos, insumos y condiciones adecuadas, convirtiéndose en reflejo directo de la brecha entre la versión oficial y la realidad que viven miles de familias afectadas por el chikungunya y el dengue.

Mientras el MINSAP pide calma, la epidemia continúa creciendo sin un horizonte claro de control. Y en el centro de esta emergencia, los más vulnerables siguen siendo quienes pagan el precio más alto.


Recomendado para ti

Tambien te puede interesar