La empresa RAFIN S.A., vinculada al conglomerado militar GAESA y accionista de ETECSA, acumulaba más de 407 millones de dólares en efectivo según documentos financieros fechados en agosto de 2024. Esta revelación, difundida por el Miami Herald, contrasta con el argumento oficial de escasez de divisas que justifica el reciente aumento de tarifas por parte de la compañía estatal de telecomunicaciones, lo que ha generado un amplio malestar entre los ciudadanos cubanos.

ETECSA anunció recientemente que los usuarios móviles solo podrán contratar un paquete de 6 GB de datos y 60 minutos de llamadas por 360 pesos cubanos, alrededor de un dólar en el mercado informal. Sin embargo, el costo por consumir más datos incrementa más de un 800 %, obligando a muchos trabajadores estatales a destinar casi todo su salario mensual a este servicio o depender de remesas desde el exterior para mantenerse conectados.

Tania Velázquez, presidenta de ETECSA, declaró en televisión que la empresa enfrenta una grave falta de liquidez y altos niveles de endeudamiento, lo que impide la importación de tecnología esencial. No obstante, la existencia de fondos millonarios bajo control de RAFIN —que posee el 27% de las acciones de ETECSA desde 2011— ha sembrado dudas sobre la transparencia de esta narrativa oficial.

Una fuente cercana a GAESA explicó que RAFIN no opera como un banco tradicional, pero financia inversiones en sectores como telecomunicaciones y turismo. En este sentido, se supo también que la empresa turística Gaviota, otra entidad militar, tenía 4.300 millones de dólares en efectivo el año pasado, lo que refuerza la percepción de que existen recursos que no se destinan a servicios públicos prioritarios para la población.

En medio de este escenario, el alza de tarifas ha provocado críticas incluso desde sectores afines al gobierno. El músico Israel Rojas, líder del dúo Buena Fe, denunció el aumento como un “tarifazo” que refleja fallas profundas en la comunicación política. Su opinión, aunque cuestionada por algunos simpatizantes oficialistas, refleja el sentir de muchos ciudadanos que consideran la medida injustificada.

También se pronunció María del Carmen Hernández Carús, madre de una alta funcionaria de comunicación del gobierno, quien lamentó que los paquetes no alcanzan para que los “revolucionarios” puedan actuar en redes sociales. A su vez, el creador digital conocido como El Necio calificó las tarifas de “altamente impopulares” y pidió revisar la estrategia de captación de divisas sin sacrificar el derecho a la conectividad.

Figuras como el periodista Fernando Ravsberg, el fotógrafo Iván Soca y el músico Pupy Cabrera expresaron que las medidas buscan silenciar voces críticas y limitar el acceso a medios alternativos. Incluso dentro del programa oficial “Con Filo”, varios presentadores han admitido dificultad para defender la nueva política tarifaria.

El creciente descontento se manifiesta en redes sociales, donde miles de usuarios han solicitado al gobierno una rectificación inmediata. El contexto económico nacional, con un salario medio que no cubre necesidades básicas, agrava aún más el impacto social de estas decisiones, acentuando la desconexión entre autoridades y ciudadanos.

Las nuevas medidas, que benefician a los estudiantes, no alcanzan a la población en general y muchos jubilados que acompañaron al proceso revolucionario por décadas y cuyas pensiones son penosas se preguntan ¿Y nosotros?

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