Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez están viviendo unas vacaciones dignas de un guion de película, o al menos de un nuevo episodio de Soy Georgina. La pareja ha vuelto a demostrar que cuando se trata de disfrutar del verano, el lujo no tiene límites… y las redes sociales tampoco descanso.

El destino elegido ha sido Mallorca, uno de sus rincones predilectos del Mediterráneo, y el mar lo surcan a bordo del Azimut Grande 27 Metri, un yate valorado en seis millones de euros, de 27 metros de eslora, equipado con jacuzzi, gimnasio, comedor con cristalería de lujo y todo lo necesario para una escapada de alto nivel (incluidos, claro, los posados de Georgina).

En sus perfiles, la influencer ha compartido instantáneas de desconexión total junto al astro portugués. En una de las imágenes más comentadas, se les ve abrazados en el jacuzzi: ella luce un bikini rojo, collar de diamantes y una sonrisa radiante; él, relajado, lejos de los estadios, pero en plena forma.

El itinerario veraniego no se ha limitado al mar. Según varios medios, la pareja también se alojó en la finca Torre del Sol, ubicada en plena Serra de Tramuntana. La villa, con 29 habitaciones y piscina infinita, ofrece un entorno ideal para entrenar, descansar lejos de los focos y, por supuesto, seguir generando contenido digno de miles de “me gusta”.

A pesar del glamour del viaje, no faltaron los comentarios en torno a la ausencia de Cristiano en el funeral de su excompañero Diogo Jota. Según medios portugueses, se trató de una decisión personal, motivada por experiencias anteriores y su deseo de no desviar la atención en un momento de duelo.

Mientras tanto, entre bikinis llamativos, rutinas de entrenamiento y lecturas ligeras (Georgina se llevó un bestseller en la maleta), la pareja continúa disfrutando del verano a su estilo: con diamantes, aguas turquesas y complicidad a raudales.

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