Con la llegada de la temporada navideña, las agencias de envíos a Cuba están experimentando una saturación inusual, reflejando la desesperada necesidad de las familias en la isla. Los locales están abarrotados, con largas filas de personas esperando afuera, muchas de ellas dispuestas a esperar horas para enviar suministros básicos.

Las filas comienzan desde temprano en la mañana y en algunos casos las esperas alcanzan hasta cuatro horas. "Es un sacrificio necesario", comenta Hortensia Flores, una de las muchas personas que esperan su turno para enviar alimentos y artículos esenciales a sus seres queridos en Cuba. "Allá no hay nada: hambre, miseria, y hasta problemas con la electricidad".

Aunque diciembre suele estar asociado con el envío de regalos navideños, los envíos actuales reflejan las necesidades críticas que enfrenta la población cubana. Las agencias reportan un incremento en la cantidad y variedad de artículos enviados, incluyendo generadores eléctricos, paneles solares, ventiladores recargables y alimentos no perecederos, en respuesta a la crisis energética y alimentaria en la isla.

"Cada día es más difícil para las familias en Cuba", explica Rachely Baro de Malecón Envíos. "Lo que puedan enviar los familiares desde aquí, lo hacen. No hay de otra".

El alto volumen de envíos también ha sido vinculado por algunos medios al posible cambio en las políticas de Estados Unidos hacia Cuba con la nueva administración en Washington. Sin embargo, quienes realizan los envíos aseguran que su principal motivación no es política, sino la urgencia de ayudar a sus familias.

"La prioridad es la necesidad", enfatiza Juana Milanés, quien envía suministros básicos a sus familiares en Cuba. "El cambio puede venir o no, pero la situación allá sigue siendo insostenible".

Esta realidad pone en evidencia no solo la grave situación en la isla, sino también el sacrificio constante de la diáspora cubana, que asume el costo económico y emocional de mantener a sus familias. La crisis energética, la escasez de alimentos y los problemas estructurales en el país obligan a quienes están en el exterior a convertirse en un salvavidas para sus seres queridos.

Mientras tanto, las agencias de envíos continúan trabajando al máximo de su capacidad, tratando de atender la creciente demanda en un contexto de necesidad extrema. Los cubanos en el exterior, aunque enfrentan largas esperas y altos costos, demuestran que la solidaridad con sus familias no conoce límites.

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