Crece la preocupación por cultivos de marihuana en Santiago de Cuba: otra finca descubierta en Tercer Frente
Redacción de CubitaNOW ~ martes 15 de julio de 2025

Una nueva plantación de marihuana fue descubierta en el municipio Tercer Frente, en la provincia de Santiago de Cuba, revelando la creciente extensión de este fenómeno en el país. El hallazgo tuvo lugar en la zona de Peña Blanca, gracias a la denuncia de pobladores locales que alertaron a las autoridades sobre una finca “inusual” oculta entre los matorrales.
Más de 430 plantas de marihuana, algunas de ellas con una altura superior a los dos metros, fueron encontradas en el lugar, donde sus cultivadores probablemente confiaban en el aislamiento geográfico y el escaso tránsito de personas para evitar ser detectados. Sin embargo, el hecho no es aislado: en lo que va de año ya se han reportado varias plantaciones similares en distintos municipios santiagueros como Contramaestre, Palma Soriano y San Luis.
El patrón se repite desde el año pasado y evidencia una práctica que deja de ser puntual para convertirse en una tendencia alarmante. Santiago de Cuba, tradicionalmente ajena al cultivo extensivo de drogas, está experimentando un aumento visible en este tipo de actividades ilegales, lo que apunta a una expansión del narcotráfico interno y al incremento del consumo, especialmente entre los jóvenes.
La proliferación de estas plantaciones pone en entredicho la efectividad de la política de “tolerancia cero” del régimen cubano hacia las drogas. Mientras las autoridades insisten en que se mantiene la prioridad en la lucha contra este “flagelo”, lo cierto es que la realidad en las calles y comunidades del país cuenta otra historia: cada vez son más frecuentes los reportes sobre drogas sintéticas, marihuana y consumo de sustancias entre adolescentes.
La falta de oportunidades, el deterioro económico, el éxodo familiar y la pérdida de perspectivas entre los jóvenes cubanos han creado un caldo de cultivo perfecto para el avance del consumo de estupefacientes. Expertos y ciudadanos coinciden en que muchos adolescentes están recurriendo a las drogas como vía de escape ante la desesperanza y el desarraigo, mientras el régimen opta por silenciar el problema en vez de enfrentarlo con políticas efectivas de prevención y rehabilitación.

La situación no solo afecta a Santiago de Cuba. Provincias como La Habana, Villa Clara y Camagüey también han reportado un incremento en los delitos asociados al tráfico y consumo de drogas, lo que confirma que el fenómeno se ha generalizado a nivel nacional.
Este crecimiento silencioso del narcotráfico representa un grave peligro para la salud pública, el tejido social y el futuro de la juventud cubana. Mientras el Estado sigue sin ofrecer una respuesta integral —más allá de la represión—, las comunidades se enfrentan solas a un problema que está dejando cicatrices profundas en la vida cotidiana del país.