¡Crece la indignación popular! Solo mentiras en el demagógico discurso oficialista
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 27 de abril de 2025

La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) reconoce que este fin de semana ( 25 al 27 de abril) ha sido especialmente caótico, con apagones masivos que afectaron a todo el país debido a una grave insuficiencia en la capacidad de generación y la falta de combustible.
La situación ha desatado un torrente de indignación entre la población cubana, que ve en la gestión del gobierno una causa principal de esta crisis eléctrica, exacerbada por el incumplimiento de los horarios de interrupción del servicio y la prolongación inesperada de los cortes.
Según los informes emitidos por la UNE, el sábado el servicio eléctrico fue interrumpido durante las 24 horas, con una afectación máxima a las 7:20 p.m. de 1,617 megawatts (MW). Aunque las autoridades intentaron minimizar la gravedad de la situación, el director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, Lázaro Guerra Hernández, señaló que la afectación fue menor a la prevista, ya que se esperaba un déficit de 1,700 MW.
Sin embargo, este comentario no ha logrado calmar el descontento popular, que ve cómo la escasez de electricidad se prolonga de manera insostenible.
En varias provincias, como Cienfuegos y Sancti Spíritus, el suministro de electricidad se redujo a tan solo tres o seis horas diarias y el servicio se ha visto interrumpido durante períodos prolongados debido al déficit de capacidad de generación.
El reporte más reciente de la UNE indica que, al domingo 27 de abril, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) tenía una disponibilidad de 1,900 MW, mientras que la demanda superaba los 2,500 MW, lo que resultó en una afectación de 650 MW debido a la falta de capacidad.
El origen de este desastre eléctrico se encuentra en la escasez crítica de combustible, especialmente de diésel, que ha dejado fuera de servicio a numerosas centrales de generación distribuida.
Alrededor de 90 de estas centrales están inactivas, lo que representa una pérdida de 656 MW. Además, la avería de varias unidades termoeléctricas y el mantenimiento no planificado han empeorado aún más la situación, dejando a la población sin electricidad por períodos interminables.
La crisis alcanza niveles extremos en lugares como Cienfuegos, donde la termoeléctrica "Carlos Manuel de Céspedes" se encuentra fuera de servicio debido al mantenimiento simultáneo de sus dos bloques.
Esto ha generado un déficit de hasta 80 MW, lo que deja a la mayoría de la provincia sin suministro eléctrico. En el caso de la Empresa Eléctrica de Sancti Spíritus, los cortes han llegado a ser tan severos que han declarado estar en el "máximo apagable", lo que significa que no pueden cumplir con la rotación prevista de cortes de energía.
Lo que ha indignado aún más a los ciudadanos es el incumplimiento de los horarios establecidos para los apagones. En La Habana, por ejemplo, los residentes han denunciado que los cortes no solo se adelantan sin previo aviso, sino que también se extienden más allá de lo estipulado, lo que genera un caos aún mayor.
A pesar de los intentos del gobierno de informar a la población a través de sus canales oficiales, la falta de transparencia y la desigual distribución de los apagones ha incrementado la frustración y las protestas.
La crisis energética que atraviesa Cuba no solo es una consecuencia de la obsolescencia de la infraestructura eléctrica, sino también de la falta de previsión y la ineficiencia de la gestión gubernamental.
La combinación de averías, mantenimiento sin planificación, y sobre todo, la escasez de combustible, ha puesto al país al borde de un colapso energético que afecta profundamente la vida cotidiana de los cubanos.
La indignación popular crece cada día, mientras las autoridades intentan encontrar soluciones que, hasta ahora, parecen insuficientes para resolver este grave problema.