Las fuerzas norcoreanas desplegadas en Rusia han sido retiradas de los combates en Ucrania tras sufrir pérdidas significativas, según informó el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) de Corea del Sur.

De acuerdo con fuentes citadas por la agencia Yonhap, no hay indicios de que los soldados norcoreanos estacionados en la región de Kursk hayan participado en enfrentamientos desde hace más de tres semanas. Esto coincide con reportes de inteligencia ucraniana y estadounidense que sugieren que las unidades de Pyongyang fueron apartadas del frente debido al alto número de bajas y podrían estar recibiendo entrenamiento adicional del Ejército ruso antes de regresar al combate.

El NIS estima que al menos 300 soldados norcoreanos han muerto y alrededor de 2.700 han resultado heridos en el campo de batalla en Kursk. La alta cantidad de bajas sería la razón principal detrás de su retirada, aunque el motivo exacto sigue bajo investigación.

Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, el régimen de Kim Jong-un ha apoyado a Moscú con suministros de artillería y misiles. En octubre de 2024, amplió su respaldo con el envío de 11.000 soldados a Kursk, un punto estratégico donde Ucrania logró avances significativos el verano pasado.

El despliegue de tropas norcoreanas ha intensificado las preocupaciones de la comunidad internacional sobre la creciente alianza militar entre Rusia y Corea del Norte, lo que ha generado alertas entre Estados Unidos y sus aliados en Asia y Europa.

Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, anunció una reestructuración en las Fuerzas Armadas para mejorar la coordinación en el frente. Su plan contempla la formación de unidades más grandes y mejor organizadas, con comandantes experimentados y preparados para los desafíos del conflicto.

Zelensky destacó que la transición hacia esta nueva estructura ya fue aprobada y que en los próximos días se anunciarán decisiones clave sobre la selección de líderes militares. Ucrania enfrenta problemas con ciertas unidades del Ejército que han registrado altas tasas de bajas y deserciones, lo que ha generado desequilibrios en la movilización de tropas.

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