El congresista cubanoamericano Carlos Giménez reafirmó su convicción de que una Cuba sin el régimen actual se convertirá en un destino clave para la inversión extranjera, lo cual podría marcar el renacimiento económico de la isla. En una entrevista exclusiva con CubaNet, el representante republicano subrayó que el futuro de Cuba depende de una transformación política profunda, y que está trabajando activamente para cortar los recursos que sostienen al gobierno de La Habana.

“Una vez que el régimen caiga, llegarán miles de millones de dólares en inversiones. La comunidad internacional está lista para apostar por una Cuba libre, democrática y con garantías para el capital”, aseguró Giménez.

Desde su posición en el Congreso de Estados Unidos, el legislador ha sido uno de los impulsores más vocales de políticas de presión económica. Entre sus propuestas destaca la suspensión de todos los vuelos hacia y desde la isla, la eliminación total de las remesas enviadas desde Estados Unidos y la imposición de sanciones a los países que mantienen contratos con el régimen para contratar personal médico cubano, sin remunerar directamente a los profesionales.

“No estamos hablando de intervención militar, sino de cortar el oxígeno financiero que mantiene al régimen a flote”, explicó Giménez, quien ha elevado estas solicitudes tanto al Ejecutivo como al Departamento de Estado.

En la conversación con CubaNet, el congresista también denunció la presencia en Estados Unidos de personas que colaboraron activamente con la represión en Cuba. Según explicó, ha enviado al gobierno federal una lista de nombres para que se investigue su historial. “Si se demuestra que participaron en actos represivos, deben ser deportados. No es justo que hoy vivan tranquilos aquí, después de haber servido a una dictadura”, afirmó.

Giménez considera que el actual contexto geopolítico es favorable para intensificar la presión. Destacó que existen figuras clave dentro de la administración estadounidense que entienden la causa cubana y que podrían facilitar medidas más contundentes. En su opinión, este es un momento decisivo para acelerar la caída del régimen y abrir el camino hacia una transición democrática real.

El legislador también habló sobre su reciente visita a la base naval de Guantánamo, símbolo del control estadounidense sobre una porción del territorio cubano. Desde allí, reflexionó sobre el futuro de la isla y reiteró su compromiso personal con la libertad de Cuba. “Estoy convencido de que el cambio llegará, y cuando lo haga, Cuba será una nación llena de oportunidades”, concluyó.

Fuente: CubaNet

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