La comunidad cubana en San Antonio, Texas, se encuentra conmocionada tras la impactante muerte de Duniel César Arjona Soto, de 34 años, y su bebé Benjamín Arjona Palacio, de un años. La tragedia ocurrió la noche del 26 de marzo en el parque Phil Hardberger, donde el padre acabó con la vida de su hijo antes de quitarse la suya.

Para sus familiares, la noticia ha sido devastadora e incomprensible. Describen a Duniel como un padre amoroso, responsable y completamente entregado a su hijo. “Él amaba tanto a ese niño que no entendemos lo que pasó”, expresó Liosbanis Rodríguez, medio hermano de la víctima.

Duniel y Benjamín eran inseparables. Incluso mientras trabajaba como repartidor para Walmart, siempre llevaba a su hijo con él. “Nosotros trabajamos en la aplicación de delivery de Walmart. Duniel y el niño todo el tiempo en un carrito del Walmart, haciendo shopping, con el niño montado ahí, cargándolo”, relató Rodríguez. “Si a veces tenía que ir a un segundo piso era con el niño y las cosas arriba”.

Sin embargo, su situación personal había cambiado recientemente. Estaba en proceso de separación y temía perder contacto con su hijo, lo que pudo haberlo llevado a tomar la trágica decisión.

El 26 de marzo, Duniel se dirigió al parque con su hijo y, antes de las 8:00 p.m., llamó a su suegro para informarle de su intención de quitarse la vida junto a Benjamín. Diez minutos después, cuando la policía llegó al lugar, encontró el vehículo estacionado con los cuerpos en su interior, ambos con heridas de arma blanca.

La tragedia ocurrió el mismo día en que Duniel cumplía tres años de haber llegado a Estados Unidos. Ahora, su familia enfrenta un nuevo desafío: devolver sus cenizas a Cuba. “Ya nosotros lo vamos a velar cuatro horas. Después lo vamos a incinerar y a ver cómo llevamos las cenizas para Cuba”, explicó Rodríguez.

Sin embargo, existe un temor añadido. Un hermano de Duniel, quien es residente legal en EE.UU., ha manifestado su miedo de viajar a Cuba debido a las actuales restricciones migratorias. “Yo tengo residencia, pero tengo miedo de viajar a Cuba. Dicen que no están dejando entrar, que no van a dejar entrar a nadie”.

La muerte de Duniel y Benjamín ha dejado un vacío en la comunidad y en su familia, que todavía trata de entender qué lo llevó a tomar esta decisión extrema. Su historia pone en evidencia la importancia de la salud mental y del apoyo emocional en momentos de crisis, especialmente en inmigrantes que enfrentan la separación familiar y la incertidumbre sobre su futuro.

Fuente: Univisión

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