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Nos convocaron para descargar el arroz, pero los del barco no lo entregan hasta que no vean el dinero

Redacción de CubitaNOW ~ martes 10 de junio de 2025

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La llegada del buque Santamaría al puerto de Cienfuegos el pasado 6 de junio, procedente de Canadá, no ha significado, como esperaban muchos, la inyección de arroz que aliviaría la precaria situación alimentaria en la provincia de Sancti Spíritus y en otras zonas del país.

A pesar de haber sido convocados para su descarga, los estibadores y trabajadores se encontraron con una realidad ya demasiado habitual: la carga permanece a bordo mientras no se efectúe el pago correspondiente, que el Gobierno cubano, por el momento, no ha podido garantizar.

“Nos convocaron para descargar el arroz y cuando llegamos resulta que nada de nada”, relató una empleada del Ministerio de Comercio Interior. La situación ha sumido en incertidumbre a los consumidores. En las bodegas del sistema de racionamiento en Sancti Spíritus, la respuesta a los clientes es un silencio impuesto. “Iba a poner un cartel diciendo que no hay, pero nos tienen orientado no poner nada, porque luego la gente le hace una foto y la sube a Facebook”, confesó un empleado de la bodega del reparto Kilo 12. El establecimiento, como muchos otros, está prácticamente vacío.

Este tipo de bloqueo logístico se ha vuelto recurrente en el sistema comercial cubano. Lo que antes era una excepción, ahora se convierte en rutina. “Antes esto pasaba una vez cada mucho tiempo, pero ahora a cada rato hay que paralizar una operación de distribución”, detalló la empleada del Ministerio. La preocupación crece: si la descarga no se concreta en breve, muchos cubanos podrían quedarse sin arroz hasta bien entrado julio o agosto.

En paralelo, en las tiendas privadas, el arroz sigue fluyendo, aunque a precios inalcanzables para buena parte de la población. La libra se vende entre 240 y 300 pesos, muy por encima del precio topado oficialmente en 155 pesos. Esto refleja una contradicción dolorosa: mientras la canasta básica se resiente, el mercado privado —abastecido por las mismas estructuras estatales— no detiene su actividad.

El Gobierno cubano gasta anualmente más de 300 millones de dólares en la importación de arroz, un monto que no siempre puede respaldar en tiempo y forma. En 2023, la cifra llegó a 343 millones de dólares, un récord en el último lustro.

El vicepresidente Salvador Valdés Mesa señaló que es necesario elevar la producción nacional para liberar divisas destinadas a otras necesidades. Sin embargo, mientras tanto, las demoras persisten.

La imagen de barcos rodeando la Isla a la espera de pago se ha convertido en un símbolo de la crisis económica nacional. En abril de 2024, hasta once buques cargados de alimentos enfrentaron esta situación. El fenómeno también ha afectado el suministro energético: en septiembre de 2024, cuatro petroleros aguardaban pago en los puertos, y recientemente el gas licuado ha estado sin entregarse durante 117 de los primeros 150 días del año.

El caso del Santamaría no es una excepción, sino la regla en un sistema comercial asfixiado por la falta de liquidez. Mientras tanto, los cubanos esperan, con cada vez menos paciencia, el arroz que no llega.

Fuente: 14 y medio





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