"Mi abuela aprende de mi algunas cosas propias de la modernidad, cosas de un mundo que va muy rápido y de una realidad que cada día parece más irreal, más inclinada al sinsentido existencial. Pero, sin dudas, yo aprendo muchísimo más de ella; aprendo a compartir lo que hay, a gestionar la economía familiar tan dura de hoy sin perder el humanismo tan escaso como necesario.

"Este hombre proviene de oriente y siempre anda por ahí hurgando en basureros; es un incansable buzo en búsqueda de latas y trozos de metal que no sé si aún en materias primas cambian por algún comestible como antaño. Entonces mi abuela ha hecho un trato justo, él limpia el jardín, la ayuda en algunos mandados cuando no ando cerca y a cambio obtiene alimento, el mismo que come ella y que como yo.

"Nadie anda sobrado de comida hoy día, tampoco es que la casa de mi abuela sea un comedor obrero; sin embargo, pancito aquí, trocito de jamonada allá, merendamos todos y seguimos en el baldeo de la escalera.

"¿Que hay personas mal agradecidas?; sí, ¡como no!, por supuesto que hay y muchas. No obstante, pensando así a ultranza nos haría bien quedarnos aislados totalmente del mundo en una manigua para siempre. ¡Pruebe... pruebe siempre que pueda la dignidad de la gente humilde!. Le podría sorprender el resultado, le podría convencer cualquier día a cualquier hora ese que parece "churroso y despreciable" de que en algunas almas prevalece todavía una dignidad enterrada esperando por alguien que la saque a flote.

"Gracias abuela, porque yo a veces ando cuchilla y este país me hace ponerme, incluso, indolente a ratos, aunque intente que no me carcoma el día a día cruento al que estamos expuestos todas y todos. Gracias por hacerme mejor desde el ejemplo, gracias por la vista que hace fe y gracias por la certeza de que también puedo estar equivocado.

"El "basurero que nadie quiere mirar" me dio una lección de confianza y la mano cordial de mi abuela sosteniendo un pan con algo me hace más sensible al desamparo cotidiano de tantos..."

Del perfil de Facebook de Guillermo Rodríguez Sánchez

Recomendado para ti