Para nadie es un secreto que en Cuba cuando dejas de ser útil te conviertes en un tiesto innecesario. Hace unos meses murió en total abandono Abel Sarmientos, excelente voleibolista que tantas glorias dio al país; el estelar Jorge Luis Valdés deambulaba cuál algo inservible por las calles matanceras. Hoy nos referimos a uno de los mejores torpederos de la pelota cubana, de aquellos inicios de Series Nacionales vistiendo el traje de los Industriales, Miguel Antonio González, conocido por todos como Tony González.

Las redes se hacen eco de una información de Swing Completo donde queda al desnudo el descuido, el abandono del que es víctima el Tony. Se señala en la nota que "el ex torpedero cubano de Industriales y equipos nacionales, Tony González, ha sido remitido de urgencia al hospital y según nuestras fuentes está en muy malas condiciones de salud». Esta penosa situación es una muestra más de la doble moral que albergan en las más altas esferas los dirigentes del país, quienes decidieron mirar hacia otro lado y olvidar que la figura de un jugador que dio sus mejores años a un sueño que terminó siendo otra cosa.

«Tony» González pudo buscar un futuro en otras ligas en sus tiempos de esplendor, pero decidió permanecer en el béisbol cubano y este es el pago, como de tantos otros que sufren del mismo olvido. De esta forma, esa decisión, que merece respeto como cualquier otra, a la postre resultó ser el principio de un conteo regresivo que lo hundió en la desidia cuando dijo adiós a los terrenos" afirmó de Daniel Malas en Swing Completo.

Tony González, un torpedero de magníficas manos, rápido sobre bases y bateador de tacto no sólo llevó a Industriales a conquistar sus primeros títulos sino que internacionalmente fue eje en los cetros dorados alcanzados en Campeonatos Mundiales, Juegos Centro y Panamericanos. Posterior a su retiro del béisbol activo fue entrenador e incluso llegó a dirigir a Industriales en la temporada 1989-1990.

El expelotero nació el 8 de mayo del 1938, por lo que posee en este momento 86 años de edad. La lamentable situación actual de «Tony» es sólo un reflejo de la de un país que nada hace por sus glorias deportivas.  

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