Cineasta cubana a Granma: ‘No somos un número ni un dato para esconder, ni vivas ni muertas’
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 21 de agosto de 2020
Esta semana, Cubita Now les hacía saber que el periódico oficialista Granma había iniciado una cruzada contra medios independientes cubanos que reportaron un nuevo feminicidio en la isla
La molestia de Granma se debe a que varios portales digitales dieron a conocer la lamentable noticia de la muerte de otra mujer, a manos de su ex pareja.
Se trataría del fallecimiento a machetazos de la santiaguera Mailín Diéguez, quien tenía 30 años y deja dos hijos.
“La mediatización del feminicidio en las redes sociales se ha convertido en uno de los recursos más explotados por la maquinaria de medios digitales financiados por Estados Unidos para la guerra comunicacional dirigida hacia la sociedad cubana”, dijo Granma.
Después de esto, la destacada cineasta cubana Marilyn Solaya respondió al diario:
Cubita Now reproduce sus palabras, de manera íntegra, a continuación:
TODAS las mujeres importan.
No somos un número ni un dato para esconder, ni vivas ni muertas.
NADIE me paga por defender mis derechos como mujer.
El feminicidio no debe entenderse como un hecho aislado, sino que también deben considerarse las construcciones sociales que legitiman la subordinación del sexo femenino en nuestra sociedad. Los roles, las expectativas y los valores con los que la sociedad patriarcal ha construido la feminidad repercuten en las relaciones e identidades construidas entre cubanos. Aclaro que esta realidad no la inventamos en Cuba, el sistema patriarcal va más allá de la izquierda o la derecha.
La lucha de las mujeres por la igualdad se remonta a más de cien años, el reconocimiento de sus derechos y el pleno ejercicio de los mismos pudo materializarse a partir de 1959, con el triunfo de la Revolución, a pesar de eso, no todo está logrado y en la actualidad existen indicadores de retrocesos en algunos aspectos.
La reconstrucción femenina desplaza las formas bajo las cuales hombres y mujeres se relacionaban tradicionalmente para incrementar la capacidad de decisión de las mujeres sobre su vida y su cuerpo. Sin embargo, este proceso no siempre es recibido de manera favorable. El alejamiento del dominio y poder del hombre sobre la mujer desemboca con frecuencia en una crisis de “esquemas patriarcales de género” que tiene mucho que ver con el desconocimiento y la demonización del feminismo, visto como un arma contra los hombres y no como lo que realmente es, un conjunto heterogéneo de movimientos políticos, culturales, económicos y sociales que tiene como objetivo la búsqueda de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y eliminar la dominación y violencia de los varones sobre las mujeres además de una teoría social y política.
Cualquier violencia hacia la mujer y cada feminicidio exhibe cómo el empoderamiento femenino continúa siendo un conflicto, pese a las constantes luchas por la igualdad de género y los logros alcanzados por las cubanas a lo largo de estos años.
El empoderamiento de la mujer no debe seguir siendo percibido como una amenaza para muchos hombres porque eso apunta a que perdura una sociedad machista. Buscar redefinir los valores y estructuras que han considerado al sexo femenino como débil, inferior y accesorio no debe ser motivo de violencia.
La falta de información acerca del número de víctimas por feminicidios, así como la poca disponibilidad de los procesos, obstaculiza el ejercicio de los derechos de las mujeres. Estas carencias de transparencia contribuyen a invisibilizar el problema y obstruyen los procesos de apoyo a las víctimas y de sensibilización, capacitación y evolución de la sociedad en estos temas.
En cuanto a los procesos de transparencia y para la educación, es necesario contar con datos sobre los tipos de violencia que sufren las mujeres, así como con precedentes judiciales en torno a las desigualdades de género con la finalidad de crear o actualizar políticas públicas eficaces. Con el problema delimitado y registros tanto de las decisiones como de las medidas tomadas en torno a la violencia de género, es posible evaluar los resultados sobre las políticas de prevención y, de ser necesario, repensarlas. No podemos esperar a que los casos de feminicidios en Cuba se igualen a los de otros países de la región para identificarlos como un problema.
Con este accionar no le damos elementos al "enemigo" sino que salvaríamos vidas y avanzaríamos en una sociedad mucho más justa e inclusiva si se aprueba una Ley contra la violencia de género.
Es necesario que periodistas y decisores de todos los medios de comunicación adquieran, profundicen y actualicen su visión sobre estudios de género, feminismo y nuevas masculinidades. Es imperdonable que aborden temas sensibles como el feminicidio y la violencia de género desde el desconocimiento y la superficialidad, porque lejos de ayudar, desinforman al pueblo con sus puntos de vistas ofensivos, misóginos, machistas y sexistas que contribuyen al estancamiento y se alejan de la justicia social, una de las premisas básicas del proyecto de desarrollo de la Revolución Cubana, así como de alcanzar las metas de desarrollo sostenible en nuestro compromiso con la equidad e igualdad de oportunidades.
A pocos días de celebrarse el 60 Aniversario de la creación de la Federación de Mujeres Cubanas, el próximo 23 de agosto, quisiera recordar el empeño de su líder histórica, Vilma Espín, porque las mujeres cubanas pudiéramos disfrutar plenamente de todos los derechos alcanzados a lo largo de nuestras luchas, así como refrescar estas reflexiones del Comandante Fidel Castro, realizadas en el discurso del II Congreso de la FMC, de 1974.
“…Nosotros creemos que esta lucha contra la discriminación de la mujer, esta lucha por la igualdad de la mujer y por la integración de la mujer, debe realizarla toda la sociedad.…"
" Porque cuando se juzgue a nuestra revolución en los años futuros, una de las cuestiones por las cuales nos juzgarán será la
forma en que hayamos resuelto, en nuestra sociedad y en nuestra patria, los problemas de la mujer, aunque se trate de uno de los problemas de la revolución que requieren más tenacidad, más firmeza, más constancia y esfuerzo.”
Marilyn Solaya
PERSONA, CINEASTA, FEMINISTA, FEDERADA Y ORGULLOSA DE SER CUBANA.