Cinco opositores venezolanos relatan su dramática salida tras 14 meses de asilo en la embajada argentina
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 25 de mayo de 2025

Los cinco dirigentes venezolanos cercanos a María Corina Machado que permanecieron más de un año refugiados en la embajada argentina en Caracas rompieron el silencio tras llegar a Estados Unidos. Desde Washington, donde ofrecieron su primera conferencia de prensa, relataron detalles del prolongado asedio chavista y calificaron su salida como “una operación estratégica de alto riesgo”.
“Que estemos vivos y libres hoy es un milagro”, expresó Magalli Meda, jefa de campaña de Machado. Junto a ella estuvieron Pedro Urruchurtu, Claudia Macero, Humberto Villalobos y el exdiputado Omar González, todos miembros del partido Vente Venezuela. Los cinco agradecieron el papel de Argentina en su protección y reconocieron la intervención clave de Estados Unidos en la operación que permitió su salida, conocida como “Operación Guacamaya”.
Durante 14 meses, los opositores vivieron en condiciones extremas dentro de la residencia diplomática argentina, rodeada por fuerzas de seguridad del régimen. “Nos convirtieron en rehenes. La embajada pasó de ser un refugio a una prisión bajo vigilancia constante con drones, perros y cuerpos de elite. Nos querían eliminar”, denunció González.
La operación que permitió su huida del país se mantiene en reserva, pero los dirigentes descartaron tajantemente cualquier tipo de acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro. “No hubo negociación. Es falso que el régimen nos haya dejado salir por voluntad propia. Fue un rescate meticuloso, valiente y sin concesiones”, afirmó Urruchurtu.
Aunque los detalles siguen siendo confidenciales, los dirigentes señalaron que hubo coordinación entre varios países, destacando el liderazgo estadounidense. También resaltaron el compromiso del gobierno argentino, que les brindó asilo desde el inicio del proceso. “Desde el primer día, Argentina entendió que protegernos era salvarnos de la cárcel o la muerte”, dijo Meda.
En Washington, los opositores fueron recibidos por el embajador argentino Alec Oxenford y por funcionarios estadounidenses, incluyendo al senador Marco Rubio. El grupo coincidió en que su liberación representa un ejemplo de solidaridad internacional ante la represión política en Venezuela.
Durante la rueda de prensa, los cinco denunciaron el deterioro del sistema diplomático tradicional. “Se mandaron cartas, se pidieron reuniones, pero muchas embajadas actuaron con cobardía. La diplomacia no puede seguir sirviendo solo para cócteles. Debe salvar vidas”, criticó Meda.
Los dirigentes también se refirieron a la situación política venezolana, calificando como “una farsa” las elecciones legislativas y regionales previstas para el domingo. Denunciaron la reciente detención del opositor Juan Pablo Guanipa, aliado de Machado, y reiteraron el llamado a la abstención. “Es un régimen que ya no tiene cómo sostenerse. Nos ha declarado la guerra a todos los venezolanos”, expresó Meda.
Villalobos, experto electoral, destacó que, incluso asilados, lograron desempeñar un rol fundamental en la organización opositora. “Desde dentro de la embajada ayudamos a enfrentar al régimen en las urnas. Le ganamos una elección a una dictadura represiva”, aseguró.
A lo largo de su testimonio, los cinco coincidieron en que su experiencia representa la evidencia del fracaso de la diplomacia tradicional ante regímenes autoritarios. “El chavismo quiso hacer de nosotros un escarmiento, una advertencia para cualquiera que ose desafiarlo. Pero aquí estamos, libres y más determinados que nunca”, dijo González.
“Operación Guacamaya” debe su nombre a las aves tropicales que comenzaron a visitar la residencia diplomática durante el encierro. “Eran las únicas criaturas libres que nos acompañaban”, comentó González, quien comparó ese símbolo con su ansiado vuelo hacia la libertad.
Aunque aún no revelan cómo fue la huida, los dirigentes aseguraron que con una Venezuela libre se conocerán todos los detalles. Mientras tanto, dijeron, su lucha por la libertad continúa, ahora con más fuerza desde el exilio.
Fuente: La Nación