Félix Lázaro Reinoso Rodríguez, de 32 años, fue encontrado muerto tras ser detenido por la Seguridad del Estado en Matanzas, hecho que ha generado indignación entre sus familiares y la comunidad.

La familia ha contratado abogados para llevar el caso hasta las últimas consecuencias, tras hablar con la prima de Félix, quien prefirió mantenerse en anonimato.

Félix fue arrestado el lunes 23 de junio a las 10:00 p.m., en medio de un apagón, acusado de “receptación” por comprar piezas de carro presuntamente relacionadas con un caso de homicidio.

Fue trasladado al Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) de Matanzas.

La situación empeoró cuando la tía materna de Félix, acompañada por un abogado, intentó verlo en la estación policial el miércoles.

Según la prima, el jefe del DTI se encaró con la mujer y la amenazó con detenerla si seguía preguntando por el joven.

El jueves, la familia fue informada de que Félix se había “fugado” durante un supuesto descuido del investigador.

Sin embargo, el viernes encontraron su cuerpo en la Bahía de Matanzas con signos visibles de violencia.

La familia denuncia que la policía aseguró que se había ahogado con una piedra de 43 libras, versión que contradice un médico forense que dijo que la piedra no estaba en el lugar cuando fueron a identificar el cuerpo.

El forense también indicó que el cadáver llevaba más de 48 horas muerto, lo que no coincide con la versión oficial de la fuga.

A pesar de que fue identificado por sus familiares, la policía insistió en enterrarlo como “desconocido” en una fosa común, sin velorio ni dignidad, con un acta de defunción que la familia considera absurda.

Una doctora cercana a la familia revisó imágenes del cuerpo y señaló que los signos no corresponden a una muerte por ahogamiento, sino a asfixia.

La intelectual cubana Alina Bárbara López Hernández calificó la situación como “sumamente grave” y aseguró que “de ese lugar es imposible que alguien escape”.

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