Un accidente ferroviario ocurrido este sábado en las cercanías del poblado de Guayos, municipio de Cabaiguán, Sancti Spíritus, resultó en un derrame de petróleo y daños considerables a las maquinarias involucradas. Según el periódico oficialista Escambray, el choque se produjo en el kilómetro 349 de la Línea Central de Ferrocarriles, una de las principales arterias ferroviarias de Cuba, conocida por registrar múltiples accidentes en los últimos meses.

El impacto involucró un tren de carga procedente de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) con destino a Camagüey y otro que transportaba seis vagones cisterna con crudo desde Ciego de Ávila hacia la refinería Sergio Soto en Sancti Spíritus. La colisión provocó daños significativos a ambos trenes y causó una fuga de petróleo tras la rotura de uno de los vagones cisterna.

Las autoridades locales del Partido Comunista y del Gobierno provincial acudieron de inmediato al lugar del accidente. Un comando de bomberos desplegado en la zona trabajó para contener el derrame rociando espuma sobre el combustible derramado, mientras se tomaban medidas para resguardar a los vecinos de las áreas cercanas.

Aunque no se reportaron pérdidas humanas, el accidente evidencia la persistente vulnerabilidad de la infraestructura ferroviaria cubana, que ha enfrentado múltiples problemas de mantenimiento y gestión. Este evento ocurre apenas a 15 kilómetros de otro descarrilamiento registrado en abril, destacando los riesgos recurrentes en la Línea Central.

El tráfico ferroviario en la zona se mantiene interrumpido mientras las autoridades trabajan para restablecer la normalidad y evalúan las causas del accidente. Hasta el momento, la prensa estatal no ha ofrecido detalles sobre posibles errores técnicos o humanos que hayan provocado el choque.

Este incidente subraya una vez más los desafíos del sistema ferroviario cubano, que enfrenta limitaciones de recursos, infraestructura deteriorada y una aparente falta de inversiones para garantizar su seguridad y operatividad. A pesar de los esfuerzos por minimizar el impacto del derrame y evitar daños mayores, el accidente vuelve a poner en el centro del debate la necesidad de modernizar este vital medio de transporte.

El periódico Escambray confirmó que el petróleo transportado estaba destinado a la refinación en Sancti Spíritus, lo que también podría afectar la cadena de suministro de combustible en la región, en un contexto de crisis energética generalizada en el país.

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