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Restringen venta de productos importados en fiestas populares en Cuba: Jorge Bacallao ironiza en redes(video)

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 6 de agosto de 2025

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En una publicación que ha comenzado a viralizarse en redes sociales, el activista y comentarista Jorge Bacallao Guerra ironizó sobre las nuevas restricciones impuestas en las fiestas populares en Cuba, afirmando que “la madrastra nunca hubiera podido envenenar a Blancanieves si, en vez de estar en casa de los enanitos, la muchacha hubiera estado en una fiesta de pueblo”.

¿La razón? “Porque una vieja con una manzana en la mano, es multada directamente”, escribió desde su perfil de Facebook.

La sátira hace alusión directa a las severas limitaciones impuestas por las autoridades en eventos populares, donde la venta de productos importados como manzanas, ropa de confección industrial, gafas, colonias, electrodomésticos pequeños y otros artículos de uso personal está estrictamente prohibida. Bacallao, con su habitual tono de humor crítico, remata: “Y si la botella del veneno es de cristal y se le rompe, ya eso es completo”.

Estas restricciones son dictadas desde el Ministerio del Interior (MININT), a través de disposiciones que se hacen cumplir por agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en todo el país.

El objetivo declarado de estas medidas es evitar el “enriquecimiento ilícito” y “la comercialización de productos sin respaldo legal”, según han señalado funcionarios del MININT.

Sin embargo, para muchos ciudadanos, estas medidas afectan directamente a los pequeños revendedores y cuentapropistas que subsisten gracias a la importación informal de mercancías desde el extranjero.

En un contexto donde el desabastecimiento es norma, y la economía formal no cubre ni de lejos las necesidades básicas de la población, las fiestas populares antes consideradas espacios de alivio y comercio se han convertido en zonas de férreo control.

Lo que debería ser una celebración, ahora es terreno de multas, decomisos y controles, donde incluso una simple manzana puede convertirse en contrabando.

Estas medidas no surgen por casualidad. Responden a una política de control económico y social impulsada desde el Estado cubano, que busca frenar el comercio informal y limitar la circulación de productos importados por vías no estatales.

Sin embargo, en un país donde el desabastecimiento crónico marca la vida cotidiana, muchas personas solo encuentran dos caminos para sobrevivir: vender productos traídos del extranjero de manera informal o acudir al mismo mercado informal para adquirir lo que el Estado no garantiza.

Desde un pomo de champú hasta una fruta importada, pasando por gafas, ropa o medicinas, el cubano de a pie depende, en gran medida, de lo que las instituciones prohíben pero no suplen.

La crítica de Bacallao pone en evidencia, desde el humor, la desconexión entre las políticas de control del Estado y la realidad económica y social que vive el cubano de a pie.





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