La industria tecnológica marca un punto de inflexión con la llegada de ChatGPT Atlas, el nuevo navegador web de OpenAI que se plantea como una amenaza directa al liderazgo de Google en el acceso a Internet. Además de expandir su popular chatbot —que la compañía sitúa en más de 800 millones de usuarios semanales—, OpenAI busca disputar el punto de entrada a la red.

A diferencia de otros navegadores con IA, como Comet de Perplexity, Atlas no se limita a ser una extensión del asistente: integra la inteligencia artificial en toda la experiencia de navegación, desde la búsqueda hasta la ejecución de tareas. Según Sam Altman, CEO de OpenAI, Atlas está pensado como un “superasistente” capaz de comprender las necesidades del usuario y facilitar gestiones cotidianas, desde planificar viajes hasta buscar información.

La barra de búsqueda de ChatGPT sustituye el modelo tradicional: además de resultados, sugiere tareas que la IA puede gestionar. A esto se suma una barra lateral para resúmenes y explicaciones del contenido que el usuario visita, lo que redefine el consumo de información con respuestas instantáneas y contextualizadas.

Un ejemplo ilustrativo: si el usuario quiere reservar en un bar de Nueva York con criterios como cercanía al metro y happy hour, Atlas no solo encuentra opciones, sino que solicita los detalles para completar la reserva. Esta personalización y la integración con otras herramientas colocan a OpenAI en competencia frontal con Google, que también acelera la incorporación de IA en Search y Chrome.

Aunque Google ha desplegado resúmenes generados por IA y agentes web que ejecutan tareas basadas en datos del usuario, la experiencia de navegación íntegramente asistida que propone Atlas fortalece la posición competitiva de OpenAI.

Por ahora, Atlas está disponible únicamente en dispositivos con iOS, a la espera de su expansión a otras plataformas.

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