El lunes marcó un inicio del curso escolar en Cuba donde el denominador común fue la escasez y la precaria situación que afronta el país, como lo resumen imágenes del Centro Comercial de Carlos III en La Habana.

“No hay libretas, no hay lápices, no hay nada”, lamentó la opositora cubana Marthadela Tamayo.

La cubana publicó en sus redes sociales varias imágenes de una visita que realizó al Centro Comercial de Carlos III en La Habana, uno de los más grandes del país y quedó sorprendida por la triste realidad. En un sitio que solía estar desbordando de clientes siempre, no hay ni qué comprar para una merienda escolar.

“Paquete de galletas dulces (María) para merienda escolar precio 1400 pesos moneda nacional solo multipliquemos por el precio exacto del MLC hoy hasta 150 MN

Helado 95 pesos Moneda Nacional el cono pequeño. El pan ahora el que está en pizarra no se vende porque según es para elaborarlo... Replico respuesta de la señorita que nos atendió”, dijo Marthadela Tamayo.

La opositora salió del sitio con mayor desaliento: “así esta el Centro Comercial de Carlos III en La Habana, Cuba. Todo apagado, en silencio, triste y los precios por las nubes. Los aires o Split apagados según rotos y además apagón solidario. Replico textualmente palabras de los empleados, que además estaban desesperados por la calor y la oscuridad”.

Un grupo de madres cubanas se desahogó el fin de semana en redes sociales ante la preocupación que representa el inicio del curso escolar en toda la isla.

Las madres lamentaron que al retomarse los estudios, los artículos escolares están fuera del alcance de las “personas de a pie” por los altos precios que tienen en la calle y porque no se encuentra en tiendas a las que tengan acceso todos los ciudadanos.

Otra preocupación para los padres, es garantizar el desayuno de los pequeños para que no vayan a clases en ayunas.

“Hoy he salido a la calle a ver qué podía conseguir para mis niñas comenzar el curso escolar y que no sean menos que los demás y he regresado con el corazón destrozado de ver tanto abuso con los precios de las cosas elementales para un estudiante comenzar el curso” denunció una de las madres.

“…y más que los útiles, la comida un niño que no desayuna y no va a tener para merienda no aprenderá nada es inhumano, con los calores en las aulas, así no se aprende y en las noches muchos no dormirán”, lamentó otra cubana.

Una abuela que coopera con sus hijos en la compra de útiles para sus nietos dijo que este año sobrepasa a todos en los precios de los artículos.

“Bueno, yo tengo dos nietos. Uno que va a la secundaria y otro que va a hacer el tercer grado. Todos los años coopero para comprar los forros de sus libros. Hace unos días, mi nuera, me comentó el "desorbitante", precio de los forros; 150.00, cada uno. Yo me pregunto: ¿hasta dónde vamos a llegar? ¿No se dan cuenta que es un pedazo de papel? ¡Por Dios!”, denunció.

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