La ciudad de Miami, en el sur de Florida, acogerá el venidero sábado 27 de agosto el primer Festival de Reparto, una versión cubana del reguetón surgida en los barrios más humildes que ha alcanzado gran popularidad en la isla pese al contenido de sus letras.

El evento tendrá lugar en Cachita Universal Studios, centro ubicado en 7355 NW y 41st St, cuyos salones tienen capacidad de hasta 2 000 personas. Se espera la participación de exponentes del género com Pipey, Adonis MC, El Negrito, El Uniko, Judith Soul, Leo Sanz & Chuly, entre otros.

Con un programa con más de 30 artistas, los gestores del festival se proponen llevar a cabo un show de tres horas y 45 minutos. La principal organizadora del evento, Clara Cabrera, también conocida como Clarita La Magnífica, comentó a la revista AMPM que el motivo de hacer un festival dedicado al Reparto es, primeramente, que no se ha hecho ninguno antes. Por otro lado, actualmente varios representantes del género residen en Miami.

“(…) Con tantos exponentes que están ya viviendo en Miami, me parece el escenario perfecto para empezar a resaltar esa música, y poco a poco irla llevando a mejores lugares”, dijo. “No se había realizado un evento como este porque la mayoría de los artistas que hoy están aquí, estaban en Cuba, y en Cuba creo que no se iba a permitir algo así”, apunta.

En la isla, el reparto no cuenta con la aprobación o difusión de los medios. Los funcionarios culturales también han arremetido contra una música cuya letra puede hablar abierta y obscenamente de violencia, drogas y sexo, al trasmitir de cierto modo la realidad de las comunidades marginalizadas en el país.

La organizadora cree que también hay desunión entre los artistas, por lo que el festival podría encaminar mejor el movimiento. “La otra es que ellos mismos, como tal, siento que no son un movimiento muy unido. El género está tomado por tres o cuatro personalidades con nombres de monarcas y príncipes, y fuera de eso los demás no comen”, aseguró.

“No saben que en la unión está la fuerza y que una iniciativa como esta los puede impulsar a mejorar su desempeño. Como no ha habido un productor que ponga los ojos en ellos, simplemente no se ha hecho”, agregó.

De igual modo, advirtió de un “estancamiento” actual del reparto, lo cual limita su proyección internacional. “Mientras no se fusione con otros géneros musicales no podrá ser internacional. Ya se está trabajando para que la nueva generación entienda que no es justo que se quede como un género local. Además, la nueva tendencia del reparto obsceno, lleno de malas palabras, jamás será del interés internacional ni de los productores”, sostuvo.

La selección de los artistas participantes —dijo la organizadora— tuvo en cuenta sus “trayectorias musicales, primeramente”. “Buscamos artistas de la élite, de lo que llaman primera línea. Y también a los que tienen una historia, aunque no estén pegados”, explicó.

En cuanto a la participación de Chocolate MC, considerado el fundador del reparto y “rey” del género, la organizadora aclaró que él rechazó la invitación tras “indignarse” con el evento. “Se negó a ir porque yo me estaba adueñando, según él, de su negocio”, contó Clara Cabrera.

“En este caso me dice que el reparto no solo es una música que creó él, sino también un negocio suyo, y que, si alguien tiene que llenarse de dólares, es él. Dijo que quién era yo para robarle su idea. Yo no le robé la idea, las ideas son libres de flotar en la mente de cualquier ser humano. Yo, simplemente, como productora, la idea que tengo la llevo a cabo, mientras que él pudo haber tenido la idea, pero desgraciadamente siempre está preso”, añadió.

“Vale destacar que se le ofrecieron 5 000 dólares por cantar dos temas para cerrar el festival y dijo que él solo aceptaría 30 000. Esa es una cifra demasiado alta. Esto se ha hecho con mucho sacrificio”, aseguró. La organizadora expuso que, no obstante, el artista recibirá un reconocimiento que él mismo acordó recoger en privado, pues no lo haría público a riesgo de disparar las ventas de las entradas cuando nadie le ha ofrecido dinero por ir. “Nada, que el público es lo último que cuenta”, lamentó Cabrera.

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