La adolescente cubana Leidy Bacallao fue asesinada pro su expareja el pasado fin de semana frente a la Policía.

El caso ha conmocionado a Cuba. La niña había sido víctima de la violencia de este hombre durante años. El día que la mataron, había salido huyendo de una fiesta para pedir ayuda en la estación de la Policía de su pueblo.

El académico cubano Julio César González Pagés publicó un post en su muro de Facebook en el que ofrece detalles del infierno que vivió Leidy.

El profesor compiló los testimonios de varios de sus vecinos. Según dijeron Elesván Hidalgo, de 50 años, comenzó la relación con ella cuando la niña tenía apenas 13 años. Lo hizo con el consentimiento de sus padres, Testigos de Jehová. 

“Hidalgo se integra a dicha comunidad para poder ‘formalizar’ la relación y se va a vivir a la casa de la hermana de ella (Leidy), que emigró a los Estados Unidos”, explica Julio César.

“La ‘unión’ fue un infierno para la niña Leidy Bacallao por los maltratos y golpizas constantes a los que la sometía Elesván, quien ejercía un control con celos tóxicos”, agregó.

Asimismo, aclara en su post que la boda entre ambos no se hizo en un juzgado formal, sino que fue amparada como parte de las tradiciones de ese grupo religioso. 

Pagés explica que la niña regresó a vivir con su mamá cuando se separó de Elesván, y que su padre pretendía llevársela a vivir con él a Estados Unidos.

Sobre lo ocurrido el día que fue asesinada, aclara que “Leydi salió huyendo de la fiesta en dirección a la subestación de la Policía, donde solo se encontraba un policía de guardia”. 

Pagés afirma que el policía disparó al agresor en el muslo, pero no pudo evitar el crimen. 

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