En pleno apagón y con un ladrón en casa, su perra le salvó la vida
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 4 de mayo de 2025

La inseguridad ciudadana en Cuba se ha convertido en una preocupación creciente para muchos hogares, y los testimonios como el de Liagnett Santana reflejan el peligro real al que están expuestas las personas, especialmente en contextos vulnerables como los frecuentes apagones. La noche en que su perra Katira la salvó de un intruso no es solo una historia de valentía animal, sino también un llamado de atención ante el deterioro de la seguridad en el país.
Liagnett, quien vive sola en un segundo piso y se encontraba cuidando a su abuela enferma, dejó la reja y la puerta abiertas durante un apagón. Aunque no estaba dormida, el cansancio y el estrés la habían llevado a descuidarse. Fue en ese momento cuando Katira, su perra criolla rescatada de las calles seis años atrás, se convirtió en su ángel guardián. Con un instinto feroz, saltó desde debajo de la cama y se abalanzó sobre un hombre que ya había logrado entrar hasta la cocina de la casa.
El sujeto huyó tras forcejear con el animal, dejando solo el susto y el peligro que pudo haber sido peor.
Lo inquietante del hecho no es solo el intento de robo, sino lo común que se está volviendo este tipo de situaciones en la isla. La crisis económica, el hambre y la desesperación están llevando a muchos a cruzar límites impensables. Robos en plena noche, durante apagones, y en viviendas aparentemente seguras, son cada vez más frecuentes.
El mensaje de Liagnett no es solo de gratitud hacia su perra, sino también de concientización. Ella insiste en que tener a los perros bien cuidados y dentro del hogar es clave. No basta con tener un animal en el patio, amarrado o desnutrido. Los perros, si se sienten parte de la familia, pueden literalmente salvarte la vida.
En tiempos donde la pobreza y el miedo caminan por las calles de Cuba, cuidar a quien te cuida se vuelve un acto de inteligencia y amor. Katira no solo defendió su casa, defendió a su familia. Y eso, en medio de la oscuridad de un apagón, vale más que mil alarmas.