Por azar de la vida, pudiera decirse, un cocodrilo que regaló Fidel Castro a un astronauta ruso, acabó siendo protagonista de varias portadas cuando mordió a un anciano de 70 años en un acuario de Estocolmo.

El hombre estaba en una fiesta privada en el Skansen Aquarium, luego de dar un discurso, distraído colocó su brazo acomodado en el cristal de seguridad que separa el hábitat de estos animales, de acuerdo al relato de la policía, dejó su brazo hacia dentro de la pecera, hecho que uno de los reptiles aprovechó para atacar.

Inmediatamente se activaron los protocolos de seguridad y el herido fue atendido, a la vez que se le informó a la policía del suceso.

La especie de cocodrilos cubanos están en grave peligro de extinción, pero en su momento,

Castro también los utilizó como obsequio.

El acuario Skansen tiene en total dos cocodrilos cubanos, llamados Castro y Hillary. La pareja llegó del zoológico de Moscú en 1981, donde vivían desde que fueron regalados a Vladimir Shatalov, un cosmonauta ruso, en la década de 1970, como ha relatado la prensa local.

Castro y Hillary han tenido 11 descendientes desde que llegaron al Acuario Skansen, algunos de ellos han sido reintroducidos algunos en Cuba.

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