Varios han sido los hechos de corrupción que rodean al grupo hotelero Gaviota, vinculado a las FAR.

Documentos filtrados revelan que empresas vinculadas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias como Gaviota, poseen aproximadamente 4.3 mil millones de dólares en cuentas bancarias en el extranjero.

Esta cifra supera en casi 13 veces los 339 millones de dólares que el gobierno cubano ha solicitado para abastecer las farmacias del país con medicamentos esenciales: sectores de la salud y la agricultura reciben inversiones mínimas, lo que evidencia una priorización del turismo sobre las necesidades básicas de la población

Las reacciones públicas ante el escándalo en Transgaviota trascienden el caso puntual y reflejan una opinión repetida sobre la crisis generalizada que vive Cuba. En las redes, muchos usuarios apuntan que la corrupción no es un fenómeno aislado ni nuevo, sino la regla en todas las instituciones estatales.

“Cuba entera está así”, dicen, y denuncian que esta situación ha llevado a la emigración masiva de jóvenes que buscan un futuro digno fuera del país.

La frustración también se dirige hacia el sistema político, que no sólo permite sino que fomenta estas prácticas corruptas. “Los que defienden la revolución están viviendo de ella”, señala una crítica directa a la élite gobernante. La corrupción ha convertido al país en un “pantano”, donde las estructuras oficiales funcionan para el beneficio de unos pocos privilegiados y familiares. “Pongan a todos esos delincuentes corruptos tras las rejas a ver qué pasa”, exige otro comentario, que expresa el deseo de una limpieza profunda para salvar a la nación.

Muchos destacan que la corrupción y la impunidad han destruido la moral colectiva, que “ya nadie tiene ganas de hacer nada” porque saben que “están protegidos y avalados por las esferas de más arriba”.

Este consenso general refleja no solo un clamor de denuncia, sino también un deseo profundo de cambio y transparencia, hoy inexistentes, que son necesarios para reconstruir cualquier esperanza de futuro en Cuba.

Fuente: LaTijera

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