Un hombre fue capturado recientemente en el municipio de Mella, en Santiago de Cuba, tras ser sorprendido mientras robaba traviesas de la vía férrea, un delito que pone en riesgo la seguridad ferroviaria y causa serios daños a la infraestructura del transporte en la Isla.

Según información difundida por el perfil oficialista Héroes del Moncada, cercano a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), el individuo fue detenido por agentes del orden tras una investigación que permitió dar con su paradero y comprobar su responsabilidad en el robo sistemático de estos elementos esenciales para el funcionamiento de las líneas del tren.

Las traviesas son estructuras transversales que sostienen y estabilizan los rieles, manteniéndolos separados y firmes sobre el balasto. Su ausencia o deterioro puede provocar fallos en el sistema, aumentar la vulnerabilidad de la vía y derivar en accidentes graves.

El perfil policial destacó que este tipo de hechos delictivos constituye una amenaza directa a la economía nacional, no solo por el valor material de lo sustraído, sino por los potenciales accidentes que podrían derivarse si un tren circula por un tramo debilitado. Además, se señaló que no se tolerará ningún acto que ponga en riesgo la vida de las personas o el funcionamiento de infraestructuras clave del país.

Este caso se suma a una larga lista de delitos relacionados con el robo de materiales del Estado, un fenómeno que ha ido en aumento en los últimos años en medio del deterioro económico y el auge del mercado informal. La venta ilegal de metales, madera y otros materiales sustraídos de propiedades estatales se ha convertido en una fuente de ingresos para quienes optan por estas actividades delictivas ante la falta de oportunidades laborales y salarios dignos.

Aunque el reporte no ofreció detalles sobre la identidad del detenido ni sobre si actuaba en complicidad con otras personas, la captura fue presentada como un logro en el combate a las afectaciones económicas provocadas por el robo de recursos estratégicos.

Este hecho vuelve a poner en evidencia la crisis de seguridad material que enfrenta el país, donde incluso sectores vitales como el transporte ferroviario se ven vulnerables ante la acción de individuos que, por necesidad o codicia, comprometen la seguridad colectiva.

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