Después de casi tres décadas prófugo, un hombre acusado de cometer un homicidio en Miami-Dade fue detenido en Perú, donde llevaba una vida bajo una identidad falsa y trabajaba como controlador aéreo del Estado.

Christian Miguel Orosco, hoy de 46 años, era buscado por el asesinato de James Schwarz, de 23, ocurrido el 28 de noviembre de 1996 en una gasolinera ubicada en Northwest 79th Street, al noroeste del condado de Miami-Dade.

Según la Oficina del Sheriff de Miami-Dade, Orosco tenía 18 años cuando protagonizó un altercado verbal con Schwarz. La disputa terminó de forma violenta: Orosco presuntamente sacó un arma y disparó varias veces contra el joven, quien fue trasladado al hospital en estado crítico y falleció poco después a causa de las heridas.

Tras el crimen, las autoridades emitieron una orden de arresto, pero Orosco desapareció sin dejar rastro. La investigación permaneció abierta durante casi 30 años, hasta que recientemente la Policía Nacional del Perú recibió un aviso que cambiaría el rumbo del caso.

El reporte alertaba que un hombre identificado como Eduardo Enrique Albarracín Trillo, quien trabajaba como controlador de tráfico aéreo en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez de Lima, podría ser en realidad Christian Orosco.

Con apoyo del FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, se inició una investigación que incluyó el análisis de huellas dactilares. Los resultados confirmaron que Albarracín Trillo era, en efecto, Orosco, quien había adoptado esa nueva identidad tras huir de Estados Unidos.

La policía peruana procedió a su arresto y actualmente el sospechoso se encuentra bajo custodia mientras se tramita su extradición. Agentes de la Oficina del Sheriff de Miami-Dade se encuentran en Perú coordinando el proceso legal en conjunto con las autoridades estadounidenses y peruanas.

De ser extraditado, Orosco enfrentará cargos por asesinato en segundo grado por la muerte de Schwarz, un caso que parecía haberse enfriado pero que finalmente ha dado un giro inesperado gracias a la cooperación internacional.

Este caso ha llamado la atención no solo por el tiempo transcurrido desde el crimen, sino también por el hecho de que Orosco logró establecerse profesionalmente en Perú, trabajando en un sector altamente regulado como es el control de tráfico aéreo.

La captura de Orosco pone fin a casi tres décadas de búsqueda y marca un paso importante en el camino hacia la justicia para la familia de James Schwarz, que ha esperado por años una respuesta a su pérdida.

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