El testimonio de una joven cubana residente en España, quien no pudo ingresar a Cuba a pesar de contar con pasaporte europeo y visa de turista, ha generado un intenso debate en redes sociales y entre la comunidad cubana en el extranjero. Este caso pone de relieve las estrictas normas migratorias de la Isla y sus consecuencias directas en los reencuentros familiares.

Giselle, como se identifica la afectada, había planificado viajar a Cuba con la ilusión de ver a su familia tras una década de ausencia. No obstante, al llegar al aeropuerto fue retenida por funcionarios de inmigración, quienes le indicaron que era obligatorio portar pasaporte cubano para poder ingresar, aun cuando tuviera otra nacionalidad.

Según su relato, la embajada le había informado que bastaba con el pasaporte español, lo que la llevó a no tramitar el documento cubano con anticipación, un proceso que suele ser costoso y prolongado.

“Tenía todo listo desde hace más de un mes. Llevaba medicamentos y ropa, porque allá es difícil conseguir muchas cosas. Llegué con ilusión, imaginando abrazar a los míos… y todo se vino abajo”, comentó Giselle en un video publicado en TikTok, donde narró las horas de angustia vividas dentro del aeropuerto. La joven relató cómo pasó varias horas retenida sin poder comunicarse ni hallar una solución, y describió el impacto emocional de no poder reencontrarse con sus familiares después de tanto tiempo.

Giselle también contó que le sugirieron intentar tramitar el pasaporte cubano directamente en el aeropuerto, pero el procedimiento no avanzó y finalmente tuvo que regresar a España sin poder salir del área de migración, quedando lejos de su familia.

Para muchos cubanos que residen en el exterior, situaciones como esta no son excepcionales. La legislación vigente exige que los nacidos en Cuba ingresen y salgan del país únicamente con pasaporte cubano, independientemente de su ciudadanía actual, ya que el Estado no reconoce la doble nacionalidad. Expertos en derecho migratorio señalan que esta normativa se aplica de manera estricta y que la falta de información clara por parte de consulados y aerolíneas genera confusión y experiencias traumáticas.

Además, el alto costo y la burocracia del pasaporte cubano se suman a la dificultad, limitando la posibilidad de visitar a familiares incluso en circunstancias urgentes. Usuarios de redes sociales han criticado la ausencia de mecanismos flexibles para casos excepcionales y protocolos claros que eviten la deportación inmediata de viajeros desinformados.

Este episodio reabre la discusión sobre las políticas migratorias de Cuba y su desconexión con la realidad de millones de ciudadanos que viven fuera del país. Giselle continúa en España, sin haber cumplido el objetivo principal de su viaje: reunirse con sus seres queridos después de diez años. Su testimonio, compartido en TikTok, refuerza la conversación sobre el impacto humano de estas restricciones.

Recomendado para ti