La Aduana General de la República de Cuba prepara un nuevo Decreto-Ley de Aduanas que introducirá cambios significativos en las condiciones de entrada al país para viajeros, incluidos los que llegan desde Estados Unidos, una de las rutas más activas y cargadas de equipaje hacia la isla.

El anuncio fue realizado durante la sesión ordinaria del Consejo de Estado correspondiente al mes de junio.

Según se informó, el nuevo marco legal busca actualizar y fortalecer los controles fronterizos frente al aumento del contrabando de productos, una práctica que ha crecido considerablemente ante la crisis económica nacional y la escasez de artículos básicos.

De acuerdo con declaraciones del jefe de la Aduana cubana, Nelson Cordovés Reyes, esta reforma tiene como objetivo frenar la entrada de mercancías no declaradas o con fines comerciales, sin la documentación correspondiente.

Para lograrlo, se implementarán medidas de vigilancia más estrictas sobre los equipajes y se modernizarán los procesos de revisión y entrega de artículos en los aeropuertos.

Datos oficiales revelan que entre abril y diciembre de 2024, las autoridades decomisaron más de 285,000 unidades de productos de aseo, cerca de 7,000 kilos de alimentos, y más de 700,000 tabletas de medicamentos, todos sin los permisos necesarios. Estos productos, según la Aduana, eran transportados por personas sin licencia para actividades comerciales.

Aunque el decreto aún no está vigente, se prevé que establecerá límites más rigurosos sobre el peso y valor de los artículos que los pasajeros pueden ingresar al país. Actualmente, los viajeros pueden importar hasta 1,000 pesos cubanos en mercancías y 25 kilogramos de efectos personales sin costo.

Si se supera ese límite, la Aduana puede catalogar el equipaje como una importación comercial, lo que implicaría el pago de impuestos y requisitos documentales adicionales.

Esta normativa afectará especialmente a los viajeros provenientes de Miami, quienes con frecuencia llevan grandes cantidades de productos para familiares o para su reventa en el mercado informal. Se espera que la entrada en vigor del nuevo decreto tenga un impacto directo sobre las dinámicas de importación no estatal en Cuba.

Las autoridades no han anunciado aún la fecha exacta de aprobación ni de implementación del Decreto-Ley, pero se mantiene el seguimiento desde diversos sectores atentos a sus implicaciones.

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