Las autoridades sanitarias de Camagüey implementaron una nueva campaña de control vectorial contra el mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue y el chikungunya, que incluye el uso de mototaxis con altavoces para difundir mensajes de prevención por las calles, según informó Radio Camagüey.

La emisora estatal explicó que la medida pretende “aumentar la conciencia de la población sobre la eliminación de criaderos, el mantenimiento de espacios limpios y la importancia de acudir al médico ante síntomas de estas enfermedades”.

La jefa del Departamento de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (Prosalud), Ana Isabel Abay Márquez, precisó que, además de los mototaxis, se realizan fumigaciones, abatización e higienización de espacios públicos y viviendas como parte del plan de enfrentamiento al vector.

Presentada como una “estrategia innovadora”, la iniciativa surge en medio de una situación epidemiológica compleja, con denuncias sobre la falta de fumigación, la acumulación de basura y el aumento de casos febriles en distintos barrios.

Mientras los mototaxis recorren la ciudad con mensajes sanitarios, usuarios de redes sociales han expresado escepticismo y críticas hacia la medida, cuestionando su efectividad y señalando la ausencia de fumigación en sus zonas.

El malestar ciudadano refleja la brecha entre las acciones oficiales y la realidad sanitaria. El Ministerio de Salud Pública ha reconocido que la curva epidemiológica del dengue y el chikungunya “sigue en zona de epidemia”, y miles de enfermos no aparecen en los reportes oficiales por no acudir al médico.

La viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, admitió que la mayoría de las provincias —incluida Camagüey— se mantienen dentro del corredor epidémico, con altas tasas de incidencia y dificultades para sostener las fumigaciones por falta de equipos y personal. En el informe más reciente, se registraron 47 muertes por arbovirosis, principalmente en la población infantil, la más vulnerable.

El panorama coincide con la víspera del 17 de diciembre, cuando miles de cubanos honran a San Lázaro, el orisha de la sanación, en medio de una crisis sanitaria marcada por escasez de medicamentos, apagones y falta de control estatal sobre los brotes.

Aunque la campaña con mototaxis busca captar la atención de la población, entre la basura sin recoger, los criaderos abiertos y la carencia de recursos sanitarios, su eficacia real frente a la epidemia sigue siendo puesta en duda por la ciudadanía.

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