En Camagüey, la indignación ciudadana crece mientras las autoridades locales parecen tener prioridades muy claras: los centros turísticos y hoteles de lujo reciben toda la atención, mientras los barrios más pobres y vulnerables permanecen en el abandono. Así lo denuncian vecinos y usuarios de redes sociales, quienes cuestionan la indiferencia de los funcionarios hacia quienes más necesitan ayuda y presencia gubernamental.

José Luis Tan Estrada publicó en Facebook su crítica sobre la forma en que los funcionarios se desplazan: “Para esto es lo único que las autoridades de Camagüey se bajan de sus carros: ¡visitar centros turísticos! Y la pregunta es: ¿los repartos y zonas muy vulnerables?”.

Su publicación refleja el sentir de muchos cubanos que perciben un doble rasero en la gestión estatal: lo que genera ingresos y visibilidad recibe atención, mientras el pueblo común queda desprotegido.

En los comentarios, los ciudadanos no escatiman en críticas. María Luisa Montano comenta que lo único que preocupa a las autoridades son los hoteles y centros turísticos porque les generan dinero. Marbelis Tamayo añade que el interés real de los funcionarios no está en los barrios, sino en mantener lo que les favorece económicamente, preguntándose por qué no visitan las zonas más pobres para conocer sus necesidades.

Fantomas Pérez denuncia la comodidad de los funcionarios, quienes son trasladados en ómnibus privados, mientras los ciudadanos deben usar transporte público común apenas existente.

Otros usuarios apuntan al descaro y la hipocresía de los gobernantes. Mirta Vigoa señala que les encanta salir en cámara, mostrando solo lo que conviene. Haylen Delgado y Nuvia Rodríguez califican a los funcionarios de “descarados” y “degenerados”.

Carlos López insiste en que la verdadera obligación del gobierno es proteger al pueblo y no únicamente los hoteles de lujo, y cuestiona la ausencia de figuras de alto rango como Díaz-Canel, Marrero, Bruno o la llamada “Machi” a la que tanto le gusta el avión.

Liliam Álvarez lo resume con crudeza: “Como mierda”, mientras Pedro Álvarez lamenta la obsesión por las zonas turísticas y la total indiferencia hacia las comunidades más necesitadas.

Este panorama refleja una realidad que no es exclusiva de Camagüey, sino de muchas regiones del país: la desconexión de las autoridades con las necesidades del pueblo, la priorización de la imagen y el lucro por encima de la vida cotidiana de los ciudadanos.

Los cubanos reclaman atención real, soluciones concretas y un compromiso genuino con quienes sostienen la sociedad día a día, más allá de los hoteles y centros turísticos.

Fuente: José Luis Tan

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