El gobernador de California, Gavin Newsom, solicitó ayuda federal para afrontar las réplicas del potente terremoto que azoló a ese estado de la unión americana.

La Oficina de Servicios de Emergencia (OES) está en alerta máxima luego de que en la tarde noche del viernes se suscitara el fuerte sismo magnitud 7,1.

"El epicentro fue en la ciudad de Ridgecrest, en el desierto de Mojave, cerca del Parque Nacional del Valle de la Muerte, un área con ocho veces más fuerza que un terremoto de 6,4 grados que había golpeado la misma zona 34 horas antes", señala Reuters.

"Tenemos reportes de importantes incendios, estructurales, principalmente como resultado de fugas de gas o roturas de ductos de gas", expresó en conferencia de prensa el director de la OES, Mark Ghilarducci.

También hubo afectaciones en el suministro de agua, de electricidad y de comunicaciones en partes de Ridgecrest, donde viven más de 27 mil personas.

Aunque no hay decesos que lamentar, todavía no puede contabilizarse la magnitud del daño y la ciudad se prepara para las temidas réplicas.

“Este fue un terremoto muy grande y también sabemos que habrá una serie de réplicas como resultado del sismo principal”, expresó Ghilarducci, “Esto no va a ser algo que se acabe de inmediato”, añadió.

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