El tema del ‘parón de enero’ sigue dando de qué hablar entre los cubanos de la isla y los del exilio, porque enviar remesas a la nación antillana, sin dudas, influye en la vida de muchas personas.

"Además de suponer un alivio a la economía doméstica de la familia, las remesas han aportado capital a aquellos cubanos que decidieron pasar al sector privado", comentó el ingeniero Orestes Martínez, que administra con su hermano una fregadora de autos.

De igual manera, han contribuido "al ahondamiento de la desigualdad social", considera María Eugenia Estrada, especialista en Recursos Humanos.

"No se puede creer que las remesas sean tabla de salvación para todos los cubanos, porque la realidad golpea en la cara", añadió Estrada y mencionó el aumento alarmante de mendigos y personas en situación de miseria que hay en el país.

"Viajar al extranjero sin la exigencia de un permiso de salida no supuso que todos los cubanos pudiéramos costearnos un billete. Como tampoco fue garantía de que todas las familias tuviesen a uno de sus miembros radicado en el extranjero y velando por la manutención de todos", consideró el joven de 30 años

Gabriel Alejandro Román, quien promueve espectáculos nocturnos en locales privados.

"Realmente pensé que ya eso, el envío de remesas, se había solucionado con las medidas que tomó el Gobierno americano", dijo Juan Manuel Falcón, sobre ‘el parón de enero’.

"Supongo que los afectados principales seremos los que recibimos remesas, porque los cubanos que no reciben han estado siempre más jodidos, y no creo que este Parón vaya a significar para ellos diferencia alguna", añadió.

"Creo que cada persona tiene absoluto derecho a decidir qué hace con su dinero, pero no utilizar una excusa que la historia misma demostró que no funciona", detalló Félix Benavides.

Con información de Diario de Cuba

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