El activista cubano Lázaro Mireles fue brutalmente agredido por un grupo de ocho individuos frente a su residencia en Madrid. El ataque, ocurrido en medio del apagón masivo que afectó a España despierta preocupación sobre una posible motivación política tras los hechos.

Mireles, reconocido por su oposición activa al régimen cubano, sufrió lesiones graves, incluyendo fracturas en la boca y múltiples contusiones. Según sus declaraciones a Periódico Cubano, el asalto no tuvo como fin el robo, ya que los atacantes no sustrajeron su móvil, dinero ni pertenencias personales.

"Nada de esto me fue robado. No creo que salgan a las calles solo a golpear por placer. Las manos de la dictadura de La Habana y sus cómplices en el Gabinete de Sánchez están sucias en esto”, afirmó.

Estas declaraciones han reforzado las sospechas de que el hecho podría estar vinculado a represalias por su activismo. Fuentes cercanas al medio sugieren que no se trata de un evento aislado, sino parte de una posible campaña de intimidación promovida por actores simpatizantes del régimen cubano.

La Fundación Cubana por los Derechos LGBTI también condenó enérgicamente la agresión, señalando que han dado seguimiento al caso y lo consideran un ataque motivado por razones políticas y homofóbicas.

En un comunicado, exigieron a las autoridades españolas que investiguen el caso con total transparencia: “Exhortamos a esclarecer los hechos con todo el rigor de la ley y a garantizar la libertad de pensamiento y expresión”.

La comunidad cubana en el exilio y organizaciones defensoras de los derechos humanos han mostrado solidaridad con Mireles y alertan sobre el incremento de este tipo de ataques dirigidos a opositores al régimen fuera de la Isla. Piden además mayor protección para quienes alzan la voz en favor de la libertad de Cuba desde el extranjero.

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