Dos caballos militares que se asustaron y corrieron millas por las calles de Londres después de ser espantados por el ruido de la construcción y arrojar a sus jinetes, estaban en estado grave después de someterse a operaciones, informó un funcionario del gobierno del Reino Unido el jueves.

Los animales estaban entre un grupo de cuatro caballos que se escaparon durante ejercicios de rutina el miércoles cerca del Palacio de Buckingham y causaron caos mientras galopaban sueltos por el centro de Londres durante la hora punta de la mañana. Un quinto caballo que intentó escapar no pudo liberarse.

Dos de los caballos fueron sometidos a operaciones y uno fue trasladado a un hospital equino, publicó el Ejército Británico en X.

"Tres de ellos están bien, dos de ellos desafortunadamente están en una condición relativamente grave y obviamente estaremos monitoreando esa condición", dijo el ministro de Defensa James Cartlidge a Sky News. "Están en una condición grave, pero según entiendo, aún con vida".

Tres soldados arrojados de sus caballos fueron hospitalizados con lesiones, pero se espera que se recuperen por completo y regresen al deber.

Los caballos sueltos de la Household Cavalry, la guardia ceremonial del monarca y un elemento de funciones estatales en Londres, fueron nombrados como Vida, Quaker, Trojan y Tennyson.

Cartlidge identificó a Vida como el caballo blanco que se vio empapado en sangre mientras galopaba por Aldwych, entre el histórico centro financiero de Londres y el bullicioso distrito teatral del West End.

Vida corrió junto a un caballo negro llamado Quaker que se pudo ver rozando un taxi al girar hacia el tráfico que venía en sentido contrario después de pasar por un semáforo en rojo en una intersección.

Durante el espectáculo salvaje capturado por sorprendidos viajeros y compartido en redes sociales, los caballos estuvieron a punto de chocar con ciclistas y un motociclista en un semáforo.

Testigos presenciaron cómo uno de los animales chocaba contra un taxi frente al Hotel Clermont, rompiendo ventanas. Otro se estrelló contra un autobús turístico, destrozando el parabrisas.

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