La tensión crece en el municipio de Guayos, Sancti Spíritus, donde cientos de vecinos salieron a las calles al grito de “¡Queremos Parranda!”, luego de que las autoridades suspendieran, apenas tres días antes de su celebración, las tradicionales fiestas populares conocidas como Parrandas de Guayos.

Según reportes de la página de Facebook La Tijera, los pobladores marcharon hacia la sede del Gobierno de Cabaiguán para exigir explicaciones y defender una tradición que, aseguran, “pertenece al pueblo, no al Estado”. Los manifestantes denuncian la “mala gestión” de las autoridades provinciales, a las que acusan de impedir el desarrollo del evento pese a no aportar recursos ni fondos para su realización.

“No tienen moral para quitarnos nuestras Parrandas. Estas fiestas se logran con el aporte de la comunidad, de los cubanos en USA y con el sudor del pueblo, no del Gobierno”, expresaron varios vecinos en declaraciones recogidas por La Tijera.

De acuerdo con el medio, los barrios tradicionales Canta-Rana y La Loma lideran las protestas, reclamando respeto por una festividad que constituye parte esencial de la identidad local. Todo estaba preparado para el evento: fuegos artificiales, logística comunitaria, alimentos, música y trabajadores desplazados desde otras provincias, con una organización sostenida enteramente por los propios residentes y el apoyo económico de emigrados guayenses.

Sin embargo, el repentino anuncio de suspensión desató la indignación popular. Muchos vecinos consideran que la decisión tiene relación con la explosión ocurrida recientemente en Camajuaní, en una casa-taller donde se fabricaban voladores y otros explosivos para las Parrandas. La tragedia, que dejó varios heridos y detenidos, habría llevado al Gobierno a cancelar todas las celebraciones de ese tipo por “razones de seguridad”.

Ante estos hechos, surgen varias interrogantes entre los pobladores:

“¿No sabía la Seguridad del Estado que se trabajaba de madrugada? Si lo sabían, ¿por qué no actuaron antes? Y si no lo sabían, ¿quién realmente controla los explosivos en Cuba?”, cuestionan los vecinos.

Mientras tanto, el pueblo de Guayos insiste en que no aceptará más excusas ni “orientaciones políticas”. Su mensaje es claro: “La Parranda es del pueblo, nace del barrio, y nadie tiene derecho a robarnos nuestra tradición.”

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