Los países integrantes del bloque izquierdista ALBA anunciaron este domingo la creación de un plan de apoyo energético destinado a enfrentar la prolongada crisis eléctrica que afecta a Cuba, agudizada por la escasez de combustible y la falta de divisas. La medida fue propuesta por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante una cumbre virtual de jefes de Estado celebrada con motivo del 21º aniversario del bloque.

La iniciativa consiste en la conformación de la Misión Internacional de Energía y Electricidad, cuyo objetivo es asistir a la isla caribeña en la restauración total del suministro eléctrico. Maduro describió la misión como un esfuerzo “extraordinario y especial” para respaldar al pueblo cubano frente a las dificultades provocadas por el embargo estadounidense y la limitación de recursos energéticos.

La crisis eléctrica en Cuba se ha intensificado en los últimos meses debido a la escasez de combustible, elemento crucial para la generación de energía en el país, altamente dependiente de derivados fósiles. La situación se agravó tras la incautación por parte de Estados Unidos de un buque con petróleo venezolano destinado a la isla, lo que, según La Habana, tendrá un “impacto directo” en su red eléctrica.

Venezuela ha sido históricamente el principal proveedor de petróleo a Cuba, enviando aproximadamente el 5% de su producción nacional, normalmente pagada en especie o mediante servicios. Sin embargo, el bloqueo y la incautación de embarques han puesto en evidencia la vulnerabilidad de la isla ante interrupciones externas en el suministro energético.

El gobierno cubano calificó la acción estadounidense como un refuerzo de la “guerra económica” contra la nación, mientras que ALBA reafirma su compromiso de asistencia mutua entre los países miembros. Además de Venezuela y Cuba, el bloque está integrado por Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, Santa Lucía y Granada, agrupaciones que históricamente han promovido la cooperación regional frente a sanciones y presiones internacionales.

La creación de la Misión Internacional de Energía y Electricidad se plantea como un mecanismo de apoyo técnico y logístico, incluyendo asistencia en la distribución de combustible, mantenimiento de plantas y asesoría para estabilizar la generación eléctrica. Según los mandatarios del bloque, se busca garantizar que los ciudadanos cubanos reciban energía de manera más continua y minimizar los cortes programados que afectan hogares, hospitales y servicios básicos.

La iniciativa también tiene un fuerte componente político, al demostrar la continuidad del respaldo de los aliados de Cuba ante dificultades económicas y sanciones externas. El plan se presenta como un paso simbólico y práctico de solidaridad regional, en un momento en que la isla enfrenta un contexto económico crítico y una creciente presión internacional por su situación energética y social.

Fuente: Reuters

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