Díaz-Canel viaja a Bielorrusia para otra cumbre simbólica y sin resultados
Redacción de CubitaNOW ~ martes 24 de junio de 2025

El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel emprendió este martes un viaje oficial a Bielorrusia, donde sostendrá un encuentro con el dictador Alexandr Lukashenko y participará en la reunión del Consejo Supremo Económico Euroasiático, en representación de Cuba como país observador.
Como ya es habitual en sus giras internacionales, el viaje se enmarca en un itinerario de reuniones con aliados autoritarios, visitas a fábricas y promesas de cooperación que rara vez se concretan. En esta ocasión, Díaz-Canel anunció en redes sociales que también recorrerá instalaciones biofarmacéuticas y del sector agrícola, dos áreas en las que Cuba ha buscado desesperadamente apoyo debido a la grave crisis económica interna.
“Querido pueblo: estamos saliendo a Bielorrusia para realizar visita oficial y participar en reunión del Consejo Supremo Económico Euroasiático”, escribió en X. Según afirmó, la visita se realiza en el marco de una “larga historia de cooperación y amistad” entre ambos regímenes.
Sin embargo estas giras son, en su mayoría, actos protocolares vacíos. Pese a los frecuentes encuentros de alto nivel y declaraciones de buena voluntad, Cuba continúa sin recibir inversiones significativas ni envíos constantes de productos básicos desde sus “países amigos”. La razón es clara: la isla no tiene con qué pagar. Ni siquiera sus socios ideológicos más cercanos, como Rusia, China o la propia Bielorrusia, están dispuestos a asumir nuevos compromisos financieros con La Habana ante la falta de liquidez y el creciente riesgo de impago.
En diciembre de 2024, durante una participación virtual en la novena sesión del mismo Consejo Euroasiático, Díaz-Canel reafirmó la voluntad de Cuba de integrarse más profundamente en ese bloque, buscando una cooperación “mutuamente beneficiosa”. Sin embargo, desde su incorporación como Estado observador en 2020, los avances han sido meramente discursivos.
El acercamiento a la Unión Económica Euroasiática —integrada por Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajistán y Kirguistán— ha sido una de las estrategias del régimen cubano para sortear el aislamiento internacional y compensar el colapso de sus relaciones con Occidente. No obstante, estas naciones tampoco atraviesan sus mejores momentos económicos y no parecen estar dispuestas a cargar con los problemas de la isla.
La visita a Minsk y la reunión con Lukashenko —otro dirigente cuestionado por la represión en su país— refuerzan la imagen de una Cuba cada vez más dependiente de alianzas políticas que le brindan respaldo diplomático, pero pocos recursos tangibles.
Como ha sucedido con anteriores viajes a Rusia, Argelia o China, lo más probable es que Díaz-Canel regrese a La Habana con declaraciones conjuntas, promesas vagas y sin acuerdos comerciales reales. La realidad es que Cuba, sin recursos para cumplir sus compromisos financieros, ya no representa un socio atractivo ni siquiera para sus aliados históricos.
