Un hombre que caminaba por el barrio de Las Cruces, en Altamira, Santiago de Cuba, desfalleció debido al hambre. Según el testimonio de los vecinos, se desmayó por una crisis de hipoglucemia provocada por la falta de alimentos. Los residentes del área lo socorrieron rápidamente, ofreciéndole pan y agua con azúcar. El periodista Yosmany Mayeta compartió en Facebook el relato de un vecino que destacó la urgencia de ayudar al hombre desmayado.

Este incidente refleja las duras condiciones de vida en Cuba, especialmente para las personas mayores, donde la escasez de alimentos y la crisis económica afectan gravemente a la población. En marzo pasado, un anciano de 90 años, Eleutelio Simón Bueno, colapsó mientras hacía cola en un banco de Santiago de Cuba para cobrar su pensión. Sin un asiento disponible y expuesto al sol, su estado de malnutrición y enfermedad lo llevaron a desmayarse.

En abril, otro joven sufrió un desmayo por hambre en una calle de Santiago de Cuba, pero logró recuperarse gracias a la solidaridad de los transeúntes que le dieron comida. Estos desmayos por hambre afectan a personas de todas las edades.

La crisis de hipoglucemia, comúnmente causada por la falta de alimentos, es una señal de la desnutrición que afecta a muchos cubanos, especialmente a los más vulnerables, como los ancianos. Las historias de personas desmayándose en las calles y en colas para recibir pensiones o alimentos básicos muestran un sistema al borde del colapso, donde las necesidades más fundamentales no están siendo satisfechas.

La respuesta de las autoridades, distribuyendo alimentos después de las protestas, parece ser una medida paliativa más que una solución a largo plazo. La situación requiere no solo respuestas inmediatas sino también cambios estructurales profundos para asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a una nutrición adecuada y a una vida digna.

Que tras la protesta de los santiagueros el 17 de marzo de 2024, apareciera un camión con sacos de arroz y otro con leche, no es casualidad. Las autoridades de la ciudad oriental intentaron aplacar la ciudadanía con comida. Según declaró Beatriz Jhonson Urrutia, primera secretaria del PCC en Santiago de Cuba, en la red social fueron entregados a la población algunos de los alimentos pendientes de la canasta básica.

«En estos momentos está en un proceso de distribución parcial la canasta básica (las tres primeras libras de arroz y las cuatro de azúcar pactadas) y hay una gran movilización de los dirigentes para dar respuesta, porque es ahora que disponemos de estos recursos», dijo la funcionaria.

Estos eventos son una llamada de atención urgente para el gobierno cubano y la comunidad internacional sobre la necesidad de abordar la crisis alimentaria y económica en Cuba de manera efectiva y sostenible. La solidaridad de los vecinos es conmovedora y muestra la resiliencia y humanidad del pueblo cubano, pero no puede ser la única respuesta a una crisis de esta magnitud.

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