Jaque a la democracia: Rusia ordena el arresto en ausencia de Garry Kasparov, histórico opositor de Vladimir Putin
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 24 de diciembre de 2025
Un tribunal de Moscú ordenó el arresto en ausencia de Garry Kasparov, excampeón mundial de ajedrez y una de las voces más visibles de la oposición rusa en el exilio, en una decisión impulsada por las autoridades del Kremlin y vinculada a cargos de “apología del terrorismo”. La medida se enmarca en una causa penal abierta contra el también activista político, que reside fuera de Rusia desde hace años y mantiene una postura abiertamente crítica contra el presidente Vladimir Putin.
Según la decisión judicial, la orden de detención implica una prisión preventiva que se haría efectiva en caso de que Kasparov pise territorio ruso o sea extraditado. Los cargos se apoyan en el artículo del Código Penal ruso que castiga las declaraciones públicas consideradas como justificación o promoción de actividades terroristas, una figura legal que en los últimos años ha sido utilizada con frecuencia contra opositores, periodistas y activistas.
Kasparov, de 62 años, ha sido uno de los críticos más severos del Kremlin, especialmente desde la invasión rusa a Ucrania en 2022. A través de conferencias, artículos y redes sociales, ha denunciado lo que considera un régimen autoritario, así como la represión sistemática de la disidencia dentro y fuera del país. Desde hace tiempo, las autoridades rusas lo incluyeron en la lista de “agentes extranjeros” y en registros oficiales de personas catalogadas como extremistas, lo que limita cualquier vínculo legal o financiero con Rusia.
Analistas internacionales interpretan la orden de arresto como un nuevo paso en la estrategia del gobierno de Putin para intimidar a opositores en el exilio y enviar un mensaje disuasorio a otras figuras críticas. Para Kasparov, en cambio, la decisión confirma —según ha expresado en ocasiones anteriores— que el Kremlin recurre a acusaciones extremas para silenciar voces incómodas.
El caso vuelve a poner en el centro del debate la situación de los derechos políticos y la libertad de expresión en Rusia, en un contexto de creciente confrontación con Occidente y endurecimiento interno del poder.